Se trata del orureño Eduardo Condori, informático y paramédico de 34 años que radica en Cochabamba y Zaskia, de 19 años, nacida en Santa Cruz y estudiante de relaciones internacionales y antropología en Inglaterra.
Ambos enviaron los exámenes de salud exigidos por los promotores del proyecto y ahora forman parte de los 705 postulantes que aún se mantienen con posibilidades de integrar el grupo final de 40 participantes que en sucesivas misiones viajarán a Marte a partir de 2022 para llegar en 2025, un viaje que busca establecer la primera colonia terrícola en el planeta rojo.
Así, de los más de 200.000 seleccionados en un principio ahora sólo quedan 418 hombres y 287 mujeres.
La compañía que lleva a cabo este proyecto ya comunicó a los seleccionados su situación. En esta segunda fase se puso un plazo en el que los preseleccionados debían enviar un informe médico y hacer públicos sus perfiles de candidatura en la web de Mars One, que hasta ahora podían ser privados.
Por ello, al principio se creía que habían solamente siete bolivianos (Rodrigo José, Rodrigo, Alberto, Eduardo Condori, Rodrigo, Iver Fabricio y Marcelo), pero Zaskia, la única mujer boliviana que se postuló, mantenía su perfil oculto.
La segunda fase aún no termina, pues, las mismas fuentes explicaron que ahora deberán pasar por una entrevista personal, aunque aún no se les comunicó ni la fecha, ni el lugar donde se realizará.
"Para pasar a la tercera ronda se harán las entrevistas personales, se agrupará a la gente por regiones, se nos reunirá en un país determinado y de ahí saldrán elegidos una menor cantidad de postulantes", explica Condori.
Así, la próxima etapa de selección incluirá entrevistas personales y se convertirá en un documental con las historias de vida de los aspirantes y donde cualquier persona podrá votar por sus representantes favoritos.
Al final de todo el proceso de selección, del que aún quedan varias fases –entre ellas una televisada (reality show)– sólo podrán quedar 24 afortunados que puedan pisar suelo marciano y se sometan a los duros entrenamientos necesarios para ello, similares a los de cualquier astronauta profesional.
Bolivianos pioneros
“Quiero conocer Marte, colaborar con la humanidad, ser pionero de la nueva historia”, comentaba Condori en septiembre del 2013 cuando fue entrevistado por primera vez.
"De ese tiempo a esta parte", comenta el postulante boliviano, "sigo teniendo las ganas de ir, estoy predispuesto a formar parte de este proyecto y espero lograrlo", dice.
"Mi meta es aprender y vivir experiencias. Siento que de esa manera aprendería muchísimas cosas nuevas y podría ayudar a una investigación que no fue ralizada antes. Además de ser una experiencia con muchos desafíos", comenta Zaskia en una entrevista realizada por Facebook.
Zaskia, quien aún quiere mantenerse en reserva, revela que aunque la noticia de querer ir a Marte no le agradó mucho a su familia y personas allegadas, pero –confiesa– que su curiosidad de seguir viviendo experiencias es grande.
"Ellos –los del proyecto Mars One– buscan gente con ansias de aprender, que tengan curiosidad y que sepan manejarse bien en situaciones difíciles", comenta, "tengo esas aptitudes que son necesarias para algo tan serio. Además de mi gusto por la aventura".
Comenta que sus estudios de antropología y relaciones internacionales le ayudarán bastante para desenvolverse en el planeta rojo y convivir con el resto del grupo.
Convivir con la naturaleza
"Aprender a convivir con la naturaleza que nos rodea sin tratar de alterarla para fines que beneficien a los humanos, sería una de mis reglas", comenta la postulante de 19 años al hacer referencia de los daños que el hombre causó a la Tierra y lo que podría ocasionar en Marte. "Sabemos que nuestro ego (de los humanos) puede llegar a ser letal para lo que nos rodea", finaliza.
EL PROYECTO MARS ONE
La compañía Mars One se comprometió a que, en los 10 próximos años, construirá en Marte una colonia habitable y sostenible, diseñada para recibir nuevos astronautas cada dos años.
Para ello, los organizadores desarrollaron "un plan preciso y realista basado enteramente en tecnologías existentes".
"Es viable tanto de manera económica como logística, gracias a la suma de proveedores y expertos en exploración del espacio que ya existen", argumenta la empresa en la web.
Costo
De hecho, Mars One evalúa el coste del primer vuelo en torno a 6.000 millones de dólares. Cada uno de los viajes posteriores, una vez cada dos años, costaría 4.000 millones de dólares.
Según explica, "la idea es financiar el grueso del proyecto con la venta de derechos de transmisión de un "reality show" que empezará a emitirse ya en la etapa de selección y podría convertirse en el mayor evento mediático a escala global".
Principales aspectos
Los organizadores de este proyecto destacaron los principales aspectos que hacen de esta idea una iniciativa viable.
Así, explicaron que el asentamiento en Marte estará propulsado por paneles solares, concretamente con un modelo que se utiliza habitualmente en el sector y que son fáciles de transportar. La intención es crear un área de 3.000 metros cuadrados como fuente de energía.
Mars One señaló que la utilización de energía solar es posible porque no se requiere producción de combustible para un viaje de regreso a la Tierra. En este sentido, la compañía dejó claro a los candidatos de que tienen que ir con la idea de que nunca regresarán a sus casas terrestres. A partir de su llegada Marte se convierte en su nuevo hogar, donde van a vivir y trabajar el resto de sus vidas.
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