martes, 26 de septiembre de 2017

Esto es lo que podrá hacer el cohete más potente del mundo

Al comienzo de la carrera espacial, la Unión Soviética aplastó a los Estados Unidos. Solo gracias a que el presidente Eisenhower fundó la NASA y comenzó a inyectar dinero en el espacio, los norteamericanos comenzaron a recuperarse. Poco a poco, su músculo fue alumbrando cohetes cada vez más potentes.

Del Redstone, con el que Alan Shepard hizo el primer vuelo suborbital del país, se pasó al Atlas y al Titan (ambos misiles balísticos reconvertidos). Después, el gigantesco Saturn V llevó el hombre a la Luna a través del programa Apollo, gracias al trabajo del ex-nazi Wernher Von Braun. Este gigante podía llevar casi 50 toneladas de carga hasta la Luna, o 122 a la órbita próxima a la Tierra (la Estación Espacial Internacional pesa cerca de 420 toneladas), y rivalizaba con el coloso soviético N1. Por último, comenzó la era de los transbordadores, naves espaciales reutilizables capaces de enviar 27 toneladas a la órbita próxima a la Tierra, y que se dejaron de usar por causas económicas y de seguridad.

Tal como informa Universe Today, desde entonces, el músculo de Estados Unidos se ha visto debilitado. La todopoderosa NASA se ha visto obligada a confiar en los cohetes del que en otra época fuera su enemigo, Rusia, para mandar a sus astronautas al espacio. Por eso hoy en día los cohetes Soyuz (capaces de llevar siete toneladas a la órbita próxima) y los Proton (que transportan hasta 21 toneladas), ambos diseñados en los sesenta, hoy en día son la columna vertebral de las misiones a la Estación Espacial Internacional.

Un nuevo diseño de nave espacial está llamado a acabar con esta época de decadencia. Se trata del “Space Launch System” (SLS), un cohete pesado de casi 65 metros de largo (el Big Ben mide 96) que tendrá capacidad para llevar hasta la órbita cercana del planeta cargas de hasta 70 toneladas (con una potencia comparable a la de 13.400 locomotoras) cuando haya finalizado su construcción, y que más adelante podrá ser ampliado para portar mayores mercancías. Esto será clave en las futuras misiones de la NASA a la Luna y a Marte y para lanzar nuevos telescopios espaciales, robots, sondas y piezas de hábitats.

EL COHETE MÁS PESADO

Aunque aún no se conocen cuáles serán las capacidades reales del SLS, se espera que en una próxima etapa se eleve la capacidad de carga hasta las 97,5 toneladas (en el llamado “Block 1b”). Después, la ampliación de los motores (en el “Block 2”) podría llevar al SLS hasta las 143 toneladas de capacidad de carga en la órbita próxima, más que ningún otro cohete de la historia.

Pero, ¿para qué diseñar un cohete capaz de llevar cargas tan pesadas al espacio? Según la NASA, el objetivo primario es mandar humanos más allá de la órbita próxima a la Tierra. Entre los posibles destinos está Marte, en el año 2030, asteroides y la Luna.

Todo comenzará con la Misión de Exploración 1, que hará un vuelo de prueba, sin tripulantes, con un módulo Orion de transporte de pasajeros. La misión durará unas tres semanas, y está previsto que se lance en 2019. Después, si todo va bien, los astronautas embarcarán en la Misión de Exploración 2 y pasarán 21 días en el espacio.

En el reciente estudio “The Space Launch System Capabilities for Beyond Earth Missions”, ingenieros de la compañía Boeing (que desarrolla el SLS), repasaron cuáles serán las capacidades que tendrá el cohete.

UN VIAJE DE CUATRO AÑOS A SATURNO

El SLS podrá acortar el tiempo de viaje de las misiones y llevar cargas mayores. Si la nave Cassini necesitó siete años de viaje para llegar a Saturno, el SLS podría enviar esta misión en tan solo cuatro años. El “Block 1” podría enviar 2,7 toneladas hasta allí, y el “Block 1b” 5,1.

Este cohete también podría enviar misiones para visitar los asteroides troyanos de Júpiter, un lugar donde se acumulan los restos que quedaron tras la formación del Sistema Solar. El SLS podría enviar cargas de 4 a 7,6 toneladas hasta allí.

El “Space Launch System” también sería muy útil para transportar el prototipo del módulo espacial BA-2100, un hábitat inflable cuyo diseño trata de satisfacer las necesidades de una tripulación en un viaje interplanetario y que pesa entre 65 y 100 toneladas. Una vez desplegado, este módulo tendría tres veces más espacio que el interior de la Estación Espacial Internacional.

Muchos telescopios espaciales están en el punto de Lagrange L-2, entre la Tierra y el Sol, (un lugar de equilibrio gravitatorio entre ambos). Es el caso del observatorio espacial Herschel o el futuro telescopio James Webb. Pues bien, con el SLS se podría enviar a esta zona un inmenso telescopio de hasta 37 toneladas (el James Webb pesa cerca de 6,5), lo que permitiría multiplicar la potencia de los instrumentos.

Pero no solo la NASA se está esforzando en diseñar los cohetes del futuro. Space X está desarrollando el Falcon Heavy, capaz de transportar casi 64 toneladas a la órbita próxima, y el New Glenn, de New Origin, podría alcanzar las 45. Por otra parte, Rusia ya está trabajando en su propio cohete súper pesado. La carrera espacial pasa ahora por desarrollar cohetes definitivamente mayores.

FUENTE: ABC.

martes, 19 de septiembre de 2017

¿Por qué las arañas de Marte no están donde deberían?

En la superficie de nuestro rojo vecino nos hemos topado con miles de cosas curiosas. Algunas todavía siguen sorprendiendo por su forma o su naturaleza. Una de esas cosas son las arañas de Marte. No hablamos de arácnidos de verdad, sino de unas impresionantes formaciones de las cuales no conocemos análogos en la Tierra.

“Las arañas marcianas son un tipo de forma del terreno que observamos en la superficie de Marte muy peculiar”, explica a Hipertextual Nahúm Méndez Chazarra, geólogo colaborador en el proyecto HiTranslate de la NASA, que gira en torno a la Mars Reconnaissance Orbiter y su investigación en Marte.

Los científicos se quedaron sorprendidos por su extraña forma y su regular aparición. “Fueron descubiertas a finales de los 90 gracias a las imágenes de la Mars Global Surveyor, luego complementadas por misiones como la Mars Reconnaissance Orbiter, la Mars Odyssey o la Mars Express”, dice Méndez. Estas arañas se esperan en el polo Marciano, un lugar con grandes cambios de temperatura (hablando de Marte, claro) y presencia de dióxido de carbono. Sin embargo, hasta 20 nuevas regiones fueron descubiertas conteniendo este fenómeno. Nadie sabe muy bien por qué, pero las arañas de Marte no están únicamente donde esperábamos encontrarlas.

lunes, 11 de septiembre de 2017

Astronautas se escondieron de fuerte erupción solar en refugio orbital



Los astronautas que habitan en la Estación Espacial Internacional (EEI) se vieron obligados a esconderse del peligroso impacto de una potente erupción solar en un refugio dentro de la plataforma orbital.

"Ayer, a las 8 de la tarde, tuvo lugar una brusca variación de protones de una alta carga energética. A los astronautas se les dio la orden de alerta y se trasladaron al refugio en la EEI", aseguró hoy el director del Instituto ruso de Física Nuclear Skobeltsyn (SINP, en inglés), Mijaíl Panasiuk, en rueda de prensa.

El científico ruso advirtió que la medida de precaución no es baladí, ya que "una potente cascada de protones puede penetrar en la estructura de la Estación".

Por suerte, aunque la llamarada solar ocurrió cuando la plataforma se encontraba expuesta a la estrella, la emisión de protones fue breve, por lo que no causó daños.

"Los cambios en el campo magnético repercuten en lo que ocurre dentro de nosotros, pero otra cosa es cómo se ve afectada cada persona en concreto. A algunos les duele la cabeza y a otros no", explicó.

Al mismo tiempo, opinó que si la anómala actividad solar se prolonga durante más días sería bueno aplazar el lanzamiento de la nave tripulada Soyuz, previsto para el 13 de septiembre.

"Es una cuestión de responsabilidad. Alguien debe tomar una decisión. Yo me abstendría si la variación que empezó ayer continúa otros dos o tres días. Hay que seguir la dinámica", apuntó.

Con todo, el Centro de Control de Vuelos informó hoy de que dicho fenómeno solar no ha provocado cambios en los preparativos para dicho vuelo con destino a la EEI.

En cuanto a la posible relación entre el huracán Irma y la tormenta solar, Panasiuk admitió que algunos científicos defienden esa teoría, pero él negó el vínculo directo entre ambos fenómenos.

Al respecto, científicos kazajos pronosticaron que la erupción solar podría provocar una tormenta magnética el 12 y 13 de septiembre.

Advirtieron que en caso de erupciones solares como las de la pasada semana pueden producirse averías en naves y satélites, además de que los astronautas y pasajeros pueden verse sometidos a mayores dosis de las habituales de radiaciones solares.

La NASA detectó y grabó el 6 de septiembre la mayor llamarada solar desde 2008, fulguración que se mantuvo activa durante 48 horas, y la siguiente erupción se produjo el domingo. (11/09/2017)