Tras pasar un poco menos de 200 días en la Estación Espacial Internacional (ISS), a 400 km de la Tierra, el astronauta de 39 años se siente preparado para volver a casa, según dijo desde el módulo europeo de la ISS. Pesquet se encuentra en la estación desde el 20 de noviembre de 2016.
Mañana se instalará con su colega ruso en una nave Soyuz, que se separará de la ISS y emprenderá un viaje de tres horas y 20 minutos de duración que los llevará a la estepa de Kazajistán.
"El espacio me ha cambiado un poco”, reconoció Pesquet, que compartió en las redes sociales numerosas fotos de la Tierra tomadas desde el espacio. Regresa convencido de que "el planeta es una verdadera joya, aunque frágil”.
"El hecho de ver el planeta, de ver su fragilidad con cierta perspectiva, permite apreciarla”, aseguró. "No tenemos consciencia de hasta qué punto es delgada la atmósfera (...), de hasta qué punto somos capaces de dañar el planeta”, continuó.
Durante su estancia, Pesquet llevó a cabo muchas experiencias científicas y salió dos veces al espacio en caminata. Es el cuarto astronauta francés en salir al espacio, y el undécimo entre los europeos.
Breve paréntesis
"He hecho más o menos todo lo que quería hacer (...) Los objetivos principales de la misión se han cumplido”, afirmó mientras hacía malabarismos con su micrófono, jugando con la ingravidez.
El astronauta dice estar contento de regresar a su vida real, de volver a ver su casa, su familia y sus amigos de la infancia.
Definió su estancia en el espacio como "un breve paréntesis al margen de la vida normal. Estoy un poco triste de abandonar este entorno, sobre todo porque no sé si volveré algún día, pero seis meses es mucho tiempo”, dijo.
Allí arriba echó de menos a su pareja, su familia, sus allegados, y también el hecho de poder pasearse en libertad, de salir a dar una vuelta y poder sentir el viento, la lluvia.
Horas después de su aterrizaje, Pesquet viajará en avión a la ciudad de Colonia, en Alemania, donde se encuentra el centro europeo de astronautas. Los médicos examinarán allí su estado de salud y su readaptación después de un largo periodo en situación de ingravidez.
Los médicos también proseguirán la parte científica de la misión. "En cuanto regrese, me harán una biopsia del músculo” en la pierna, explica Pesquet.
También le harán análisis de sangre y de orina. Durante semanas, me someteré a los médicos, bromeó el astronauta. "A menudo tengo la impresión de ser una cobaya, pero forma parte del juego”, sentenció.
El reto del maniquí
El 30 de diciembre de 2016, la tripulación de la Estación Espacial Internacional participó en el primer Mannequin Challenge (reto del maniquí) realizado fuera de la Tierra, en la ingravidez del complejo orbital.
Un video distribuido en su cuenta de Twitter por Pesquet, mostró a cinco de los seis miembros de la tripulación, que permanecieron estáticos en diversas posiciones de uno de los módulos de la estación, mientras el sexto no aparece en pantalla porque está grabando la escena con una cámara.
Junto a Pesquet, la tripulación actual de la estación está formada por los estadounidenses Robert Shane Kimbrough y Peggy Whitson, y los rusos Andrey Borisenko, Sergey Ryzhikov y Oleg Novitskiy.
Durante su estancia en el espacio, Pesquet contempló la Tierra desde la cúpula y tomó innumerables fotografías de la Tierra, entre ellas 46 instantáneas de Madrid, con la mayor lente disponible a bordo, de 1.150 mm.
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