miércoles, 30 de noviembre de 2016

La NASA planea golpear un asteroide para desviar su ruta




Para los científicos existe la certeza de que un asteroide gigante, como el que acabó con los dinosaurios, volverá a chocar algún día con la Tierra y nadie sobrevivirá para contarlo.

Ante esa amenaza para la vida terrícola, Javier Licandro, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) de España, junto con más de un centenar de científicos de primer nivel -entre ellos Stephen Hawking-, se ha unido para reclamar a Europa el financiamiento de una misión que puede resultar decisiva para proteger a la humanidad.
"Si los dinosaurios hubieran tenido una agencia espacial y hubieran invertido en prevenir el choque de un asteroide, hoy seguirían dominando la Tierra", bromea Licandro, citado por el diario El País.

Actualmente hay planes para explotar los minerales de los asteroides, todavía no se sabe qué hacer para salvarnos de un posible impacto.

Una misión conjunta de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la agencia estadounidense NASA estudia cómo afectaría a un asteroide peligroso que desde la Tierra lo golpeáramos para desviarlo de su trayectoria.
El proyecto, denominado AIDA (Evaluación del Impacto y Deflexión de Asteroides, por sus siglas en inglés), tiene dos partes complementarias: los norteamericanos golpean y los europeos observan. Lo que los científicos reclaman a la conferencia ministerial de la ESA es que financie la parte europea. La decisión se tomará a finales de la semana en Suiza.

El proyecto

El objetivo es una pareja de asteroides, uno mayor de 800 metros de diámetro y su pequeña luna de 150 metros. La NASA enviará un artefacto de 300 kilos, llamado DART, para que golpee en octubre de 2022 contra esa luna y así observar cómo afectan intervenciones de este tipo en la trayectoria de los asteroides.

Para analizar las consecuencias del golpe, AIM debería haber llegado en mayo para observar antes, durante y después del impacto al asteroide y su miniluna. El impacto, a más de 6 kilómetros por segundo, no puede suponer peligro para la Tierra porque no se cruza con nuestro planeta por mucho que se altere su trayectoria, señala El País.

Sin AIM y sin su comunicación láser, se podrá seguir desde la Tierra el impacto, pero se perderá gran parte de la información que ofrecerá el choque de DART contra el asteroide. Esa comunicación vía láser es una gran oportunidad para organismos y empresas españolas para desarrollar la tecnología.

La misión, además de permitir el estudio de seguridad espacial, también pondrá a prueba por primera vez un sistema de comunicación por láser desarrollado por el IAC. "Es mucho más efectivo y rápido que los sistemas de radio que usamos habitualmente", asegura Licandro a EL País y sostiene que la información de los asteroides es fundamental para entender mejor el origen del Universo

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