En 2016 sería enviado un satélite a Marte para hacer una primera aproximación al terreno. Dos años después, un robot analizaría la mejor localización para establecer el campamento base. El primer grupo emprendería el viaje de ocho meses en 2022 para llegar al planeta rojo al año siguiente —el 2023—.
Cada dos años, sería enviado un nuevo grupo. Allí los colonos establecerían un hábitat autosuficiente con la ayuda de rovers. Vivirían en casitas de 50 metros cuadrados y cultivarían sus alimentos.
En cada viaje la tripulación estaría formada por dos hombres y dos mujeres, para que puedan reproducirse, aunque no se enviarán parejas. Cámaras instaladas por toda la base retransmitirán a la Tierra cómo es la vida allí, de forma que “Mars One” también podría convertirse en el primer "Gran Hermano" desde el espacio.
"Marte Uno" arrasa en postulaciones
Las razones por las que las personas se postulan a esta aventura sin retorno son variadas y hay postulantes de diversas partes del mundo, incluida Latino América (gente de Chile, Colombia, Uruguay y otros).
Hay más de 2 mil personas interesadas, entre ellas más de 600 chinos enviaron sus solicitudes en las primeras 72 horas de abrirse el plazo para participar del proyecto "Mars One" (Marte Uno).
“Soy un escritor y tengo muy buen sentido del humor, así que nunca se aburrirán conmigo”. “Esta es mi fantasía hecha realidad”. “Quiero inspirar a la gente”. “Sacrificaría cualquier cosa para algo tan importante”. Son algunas de las frases de los aspirantes, cuyos videos ya se pueden ver por Internet en la página oficial de Mars One (http://applicants.mars-one.com/).
Sobran los que están dispuestos a ser héroes.
Ofrecerse como voluntario tiene un precio que varía según los países en función al Producto Interno Bruto (PIB) de cada país.
En el caso de China es de 11 dólares y para los habitantes de Catar es de 75 dólares. Según la compañía, servirá para financiar la misión y que al mismo tiempo evita solicitudes de gente que no esté seriamente interesada.
Los colonos establecerán un hábitat autosuficiente
La Mars One Foundation, una organización sin ánimo de lucro, pretende enviar humanos a Marte para establecer el primer asentamiento permanente fuera de la Tierra. Allí —en el planeta rojo— los colonos establecerían un hábitat autosuficiente con la ayuda de rovers, vivirían en casitas de 50 metros cuadrados y cultivarían sus alimentos, explica Bas Lansdorp, cofundador de la empresa.
Explica que los astronautas usarán la tecnología existente en todos los aspectos del proyecto: la energía será generada con paneles solares, el agua será reciclada y extraída de la tierra y los astronautas plantarán sus alimentos. En cualquier caso, llevarán raciones de emergencia y recibirán más alimentos cada dos años, cuando lleguen nuevos exploradores.
"Tendrán todo tipo de equipos modernos para comunicarse con sus seres queridos, pueden enviarles mensajes y sólo tomarán entre seis y 20 minutos en llegar a la Tierra”, señala Lansdorp.
En Marte, la responsabilidad principal de los astronautas será mantenerlo todo en correcto funcionamiento. Por ello, los primeros equipos deberán tener los conocimientos necesarios para resolver cualquier problema potencial. Algunos de estos problemas serán totalmente imprevisibles, dadas las condiciones del planeta rojo.
El plan fue diseñado utilizando la tecnología existente disponible a través de la industria espacial privada. Es apoyado por científicos como el holandés Gerardt Hooft, premio Nobel de Física en 1999, aunque es tan ambicioso que ha despertado muchas dudas sobre su viabilidad por multitud de cuestiones, incluidos los peligros, por ejemplo, de la radiación. Además, ¿es muy estable alguien que se ofrece para ir a otro planeta sabiendo que nunca va a volver? "Todavía soy escéptico, pero esto es técnicamente posible", señaló Hooft.
Misión tripulada en 2018
El multimillonario empresario Dennis Tito pretende lanzar una misión tripulada al planeta rojo en 2018, a través de la Fundación Inspiración Marte que él mismo creó.
El viaje de ida y vuelta a Marte duraría 501 días.
La misión partiría de la Tierra el 5 de enero de 2018 y llegaría a Marte el 20 de agosto de ese mismo año. El regreso está programado para el 21 de mayo de 2019.
La tripulación, compuesta por un matrimonio (Taber MacCallum y Jane Poynter), no llegarían a aterrizar en la superficie de Marte, sino que se aproximarían a una distancia de unos pocos cientos de kilómetros del planeta rojo. "Cuando estás tan lejos y la Tierra no es más que un pequeño punto azul, vas a necesitar a alguien a quien poder abrazar", dijo el empresario en declaraciones a la web Space.com.
Tito, que fue ingeniero del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, se convirtió en 2001 en el primer turista en el espacio, tras pagar 20 millones de dólares. Pasó seis días con los tripulantes de la EEI.
Se aprovechará una alineación infrecuente de los planetas que permitiría realizar el viaje de la Tierra a Marte de forma relativamente rápida y económica. Además se utilizarán tecnologías de cohetes y naves que ya existen en el mercado, como la cápsula Dragon de la compañía Space X, en California (Estados Unidos).
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