martes, 18 de diciembre de 2012

Proyecto Ovnis: La Base Antártica


Luis Felipe Moyano o Nimrod de Rosario. GALERÍA(5)

Hasta aquí, de una manera muy sin-táctica hemos tratado a cerca del “Proyecto Ovnis – La Base Antárti-ca” y los alienígenas liberadores, corresponde ahora brindar algunas pautas sobre su adendum, del argentino David Roldán, que dilucida mucho el tema sobre el verdadero rostro de los alienígenas del pacto cultural. Y es que, evidentemente, así como ha habido millones de casos de avistamiento ovni en el mundo, también existen cientos de casos de abducción y contacto de tercer tipo encuentros cercanos y presenciales con extraterrestres.

Bien, en este sentido para muchos de ustedes será familiar la imagen del pequeño “hombrecillo” con cabeza abultada, ojos grandes sin pupila, sin orejas y labios, cuello largo, brazos y piernas igualmente alarga-dos, y de color terroso, co-múnmente llamados por los estudiosos de la abducción y los encuen-tros cercanos, “los gri-ses”. Aquí podemos ver varias imágenes que tienen en común los rasgos característicos antes citados.

Al respecto se han lanzado sin fin de especulaciones, atri-buyéndoles un ori-gen. Se dice que provendrían de un planeta ubicado en el sistema Zeta Reticulis, por lo que se los llamaría tam-bién “reticulianos”. Pues bien, según la información que tenemos los grises no son extraterrestres. Serían nativos del planeta, productos genéticos, una especie de bioro-bots inteligentes que los alienígenas que afirman el mundo creado y las potencias de la materia utilizarían como tripulaciones de naves que se encargarían de realizar labores de vigilancia y recolección de datos en los mundos infernales, desde la abduc-ción y mutilación de animales, los famosos “chupa-cabras”, hasta el monitoreo de actividad paranormal. El verdadero nombre de esta especie hibrida seria “Sheidim”, los enanos de piel terrosa que moran en Chang Shamballa, una gigantesca base extrate-rrestre desde la cual los mencionados alienígenas del pacto cultural manejan todas las variables macrocósmicas.

Sin embargo, con el “boom” de los “crop círcules” o señales, que han estado apare-ciendo a miles en grandes sembradíos de varios países de Europa Occidental, ha surgido un nuevo tipo de “gris” denominado “Humus”, de aspecto más humanoide, de mayor estatura y con rasgos notoriamente reptiloides. Los complejos diseños de gigan-tescos símbolos trazados en los campos de trigo, maíz y cebada, sugieren la presencia de los “Dioses Agrícolas” que hemos llamado alienígenas liberadores, pues muchos de los símbolos corresponden a los pueblos del pacto de sangre, como la estrella de ocho puntas y varios tipos de swásticas. En cuanto a los “humus” nos inclina-mos a pensar que más que alienígenas serían también una especie de biorobots.

Otros “extraterrestres” que han sido protagonistas de encuentros cercanos, según muchos contacta-dos, serian de tipo huma-noide, muy bien parecidos, de enorme estatura, con rasgos a primera vista, “nórdicos” y que en ocasio-nes serían vistos al lado de los “sheidim” de piel terro-sa. Sixto Paz de la Misión Rama, y muchos teóricos de la New Ege, afirman que estos seres vienen de la constelación de Tauro, en las Pleyades y que tienen varias colonias en las lunas de Júpiter. Lo cierto es que estos “pleyadianos”, según la infor-mación que poseemos, no son tal, su verdadero nombre seria Hiwa Anakim, una especie de superhomínidos nacidos de la cópula carnal entre alieníge-nas del pacto cultural y muje-res especialmente selecciona-das entre las razas humanas en tiempos remotos. En este contexto es momento de aclarar que las moradas de los alienígenas están situadas en pliegues dimensionales del espacio-tiempo, donde el tiempo no transcurre, o trans-curre muy lentamente. Son, con propiedad, viajeros del tiempo, ya que pueden transitar fuera de él. Si bien los testigos afirman que estos gigantes son benévolos, las tradiciones ancestrales los describen con apariencia feroz y serían extremadamente peligrosos, ya que serian los niños mimados de los Nefilim Serafim, como llama la tradición hebrea a los seres extraterrestres que pacta-ron con el creador.

Estos “extraterrestres” del pacto cultural, están en permanente contacto con agentes especializados en exopolítica pertenecientes a los servicios secretos y las agencias de inteligencia de los países cabeza del nuevo orden mundial, es decir, los que fueron alia-dos en la Segunda Guerra Mundial.

EL CASO DE ABDUCCIÓN Y PARTENOGÉNESIS MÁS IMPORTANTE DE TODOS LOS TIEMPOS

Rosalía Taglialavore nació un 30 de mayo de 1930 en Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina. A los 16 años tuvo a su primer y único hijo Felipe; en 1964, cuando Felipe tenía 16 años, noten la coincidencia, comenzó a ser contactada por alienígenas. Desde entonces fue abducida varias veces y llevada a una base alienígena en la Antártida. Los “extras” como los llamaba Rosalía le hicieron una revelación, que su hijo era mitad humano y mitad extra-terrestre. Evidentemente, según lo narrado por Rosalía en la red, el niño al nacer antes de lo previsto, despertó la suscepti-bilidad de la familia paterna, a la manera del relato bíblico sobre José y la gravidez de María sin haberla conocido. (Con esto no estamos afirmando que este niño sea un nuevo Krisna o Jesús o algo por el estilo) Los “extras”, afirma Rosalía, le engendraron un hijo a través de un proceso de partenogénesis. Las abducciones se siguieron sucediendo de forma irregular hasta que en una ocasión le ordenaron mandar a Felipe, que por entonces, 1972, tenía veinti-cinco años de edad, en un viaje a la Antártida.

En 1996, luego de que su hijo cumpliera la misión para la cual fue enviado al mundo, despare-ció sin dejar rastro. Entonces Rosalía, después de cuatro años de espera, recibió una nueva instructiva de los “extras” en el sentido de publicar toda su historia personal en una página web y que ellos se habrían llevado a Felipe, que por cierto, según lo leído en la página de Rosalía, siempre supo que una vez terminada su misión sería evacuado a la base alienígena en la Antártica.

LA MISIÓN DE LUIS FELIPE MOYANO

Felipe Moyano vino al mundo un 28 de octubre de 1946. Sobresaliente en todas sus aplicaciones, se aconsejó a Rosalía fomentar aquella genialidad innata a través de una educación especializada, avanzada y no convencional. Pero fue con el viaje a la Antárti-da en 1973 acompañando una misión científica argentina durante tres años, que Felipe fue consciente de la misión que debía cumplir para los “superiores”: escribir el libro más importante para la humanidad. Desde su regreso de la base “Orcadas” en 1976, recopiló y estudió 5.000 libros, hilvanando en su cabeza todos los cómos y porqués de la historia desde la fuente misma de su lengua original: castellano, euskera, latín, sánscrito, alemán, inglés y hebreo. Dotado de una aguda visión compren-siva, desarrolló un sistema de revisión de los registros culturales contenidos en espacios polidimensionales del tiempo-espacio acce-diendo a la historia viva de los hechos cultu-rales y sus protagonistas.

Redescubrió la sabiduría lítica que permite conocer la propiedad de las piedras y su manipulación para operar complicadas técni-cas de aislación espacio temporal. Dotado con esta extraordinaria erudición, tardó 20 años en escribir el libro que los superiores, los “extras” le habrían encomendado: “El Misterio de Belicena Villca”. Perseguido por los servicios de inteligencia, obstaculizado y hostigado, cambió de residencia decenas de veces, hasta que finalmente pudo conformar en Córdoba varios círculos que lograron divulgar el prodigioso libro a un grupo selecto de elegidos.

En determinado momento, y ante el podero-so cerco que, los servicios de inteligencia y las roscas del poder masónico que dirige los destinos de la República Argentina, ejercieron para neutralizar el movimiento de difusión de la “sabiduría hiperbórea” en Córdoba y otras provincias argentinas, y por instrucciones de los “Superiores” a Rosalía, se decide publicar “El Misterio de Belicena Villca” en la red. De esta manera llega a nuestras manos a finales de 2005; a la fecha son seis años ya que estamos trabajando para divulgarlo confor-mando grupos de lectura, círculos filosóficos y esotéricos, asociaciones civiles, clubes de amigos, etc.; hasta que en 2011, hace un año, logramos editar la primera edición física aquí en Bolivia, y hace unos meses, en junio, una segunda edición un tanto mayor, que está difundiéndose mediante distintas estrategias de socialización.

La información contenida en este libro, tiene la capacidad de despertar a cualquier persona, sin exclusiones de ningún tipo, hacia la existencia de una realidad inimaginable, y desestructurarla de los moldes que la encasi-llan en una existencia efímera cuyo motor es la codicia, una cultura de pleitesía a los objetos materiales y el afán consumista.

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