domingo, 30 de octubre de 2011

Emular el fuego solar

El sueño de resolver el suministro seguro de energía para todo el planeta sin contaminarlo es todavía un signo de interrogación a pesar de las grandes inversiones que se realizan para obtener la fusión termonuclear.

La fusión es por lo que el Sol se mantiene brillando desde hace más de cuatro mil millones de años, gracias a la conversión de dos átomos de hidrógeno en uno de helio, lo que libera una enorme energía en forma de neutrones.

Varios países han logrado reproducir la fusión termonuclear con fines militares en lo que conocemos como bomba H o bomba de hidrógeno, pero la fusión controlada plantea todavía desafíos tan grandes que muchos se preguntan si algún día se conseguirá.

El gran problema es que la fusión tiene lugar a temperaturas de más de 150 millones de grados Celsius (como en el centro del Sol) y no hay recipiente o contenedor en el planeta que pueda soportar tales temperaturas.

En los últimos decenios se desarrollaron diversos proyectos de investigación, basados todos en la idea de un potentísimo campo magnético que permita la fusión sin contacto con una pared.

Esto se realiza dentro de un tokamak, una cámara al vacío en forma de cilindro y de aro cuyo interior encierra el campo, lo que permite realizar el proceso de Fusión por Confinamiento Magnético (FCM).

El interés por la fusión ha ido creciendo en la medida en que se vislumbra el futuro agotamiento de los combustibles fósiles y crecen los temores generados por los reactores nucleares de fisión, como los de Chernóbil y Fukushima.

Se asegura que la fusión, al no liberar radiación duradera apenas contaminaría el ambiente, el cual no estaría expuesto a catastróficos accidentes, pues su naturaleza es diferente: se trata de fundir núcleos atómicos y no de fisionarlos.

Los elementos para estos reactores son el deuterio y el tritio (dos isótopos del hidrógeno), que se pueden extraer del agua de mar.

Varios experimentos tienen lugar en el mundo para explorar si la fusión controlada es posible:

-El JET (Joint European Torus), reactor experimental de 16 megavatios situado cerca de Oxford, Inglaterra, donde se prueban tecnologías para mayores empeños futuros.

-El EAST (Experimental Advanced Superconductive Tokamak) otro centro de experimentos en Hefei, China, que ha logrado la fusión sostenida durante tiempos breves pero significativos.

Hasta ahora mil 254 científicos e ingenieros chinos han trabajado en ese empeño y el gigante asiático espera preparar otros dos mil.

-Las investigaciones que tienen lugar en varios laboratorios e instalaciones de Japón.

Ahora un conjunto de países desarrollados -EE.UU., la Unión Europea, Japón, China, Rusia, India y Corea del Sur- están construyendo en Cadarache, Francia, el Reactor Experimental Termonuclear Internacional (ITER, por sus siglas en inglés).

A un costo calculado en más de 20 mil millones de euros, el proyecto ITER, iniciado en 2007, debe ser capaz de generar 500 megavatios por más de 15 minutos después de su terminación en 2019, según los diseñadores del ambicioso proyecto.

Con ocho mil toneladas, el ITER pesará más que la torre Eiffel. Sus partes serán construidas en los países participantes y encaminadas por vía marítima hasta el puerto de Fos-sur-Mer, antes de emprender el camino hacia Cadarache en 2013.

A pesar de las promesas de obtener allí energía limpia y abundante, aún es incierto si ese proyecto logrará producir 10 veces más energía que la que consumirá y si sus paredes resistirán el flujo de neutrones de gran poder.

Los grupos ambientalistas, por su parte, ante estas incertidumbres, preguntan si no sería mejor invertir esa enorme cantidad de recursos en desarrollar las energías alternativas, tales como la solar y la eólica.

No faltan tampoco las organizaciones antinucleares preocupadas por la falta de experiencia en la fusión controlada y la posibilidad de un accidente no previsto en el manejo del deuterio y el tritio.

Los partidarios de la fusión creen que estas críticas son infundadas, pues si a un tokamak le ocurriera lo mismo que a Fukushima, simplemente el reactor se detendrá instantáneamente y no ocurrirá nada o liberará muy poca radiación.

La cita, pues, está prevista para fines de este decenio, cuando se sabrá si la esperanza de dominar el fuego solar será una realidad o tan sólo un sueño pasajero.



No hay comentarios:

Publicar un comentario