domingo, 24 de julio de 2011

Termina ciclo de 30 años de los transbordadores

Después de la llegada del Atlantis, la NASA se enfrenta por primera vez en sus 53 años de historia al “vacío” espacial, sin un vehículo propio y dependiendo exclusivamente de su viejo rival de la Guerra Fría, al que pagará una media de 63 millones de dólares por cada astronauta que ponga en órbita.

"Empieza la era Soyuz de los vuelos tripulados al espacio, la era de fiabilidad", podía leerse el jueves en un comunicado de la agencia espacial rusa Roskosmos, concidiendo con la jubilación del “shuttle”, se informa el elmundo.es.

Desde Washington, el administrador de la NASA y ex piloto del transbordador espacial Charles Bolden intentaba combatir el pesimismo general brindando por el futuro: "Hemos pasado la página de una era memorable y empezamos el siguiente capítulo en la extraodinaria historia de las exploraciones de nuestra nación (...) Hoy reiteramos nuestro compromiso para seguir adelante con la misiones espaciales tripuladas y dar los pasos necesarios y difíciles para asegurar el liderazgo americano en los años venideros", agregan.

Los transbordadores han tenido un papel crucial en la construcción de la Estación Espacial Internacional (EEI), así como en el envío de satélites y otros artefactos durante 30 años en los que hubo 130 misiones. Estas misiones comenzaron con el lanzamiento en 1981 del Columbia y acabaron el jueves pasado con el regreso del Atlantis.

La NASA tiene previsto que las nuevas naves espaciales -cápsulas con cohetes desechables como parte del programa Constellation- estén en funcionamiento en 2015.

Columbia

El 12 de abril de 1981 realizó la misión STS-1 que orbitó la Tierra 37 veces antes de volver al planeta dos días más tarde a la base de la Fuerza Aérea Edwards en California (costa oeste). Fue el más pesado de los transbordadores, 80,8 toneladas.

En noviembre de 1983 la misión STS-9, la novena del programa STS y la sexta del Columbia, se dedicó a la puesta en órbita del proyecto Spacelab. En esta misión viajó el astronauta alemán Ulf Merbold, que se convirtió en el primer astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA) en viajar a bordo de un transbordador.

En 1994 la japonesa Chiaki Mukai pasó a la historia por ser la primera mujer japonesa en el espacio que participó en la misión STS-65.

El 1 de febrero de 2003 se desintegró al entrar en la atmósfera con sus siete tripulantes, tras 16 días de exitosa misión (STS-107), en un accidente que conmocionó a Estados Unidos. Al despegar el orbitador recibió un impacto en la parte inferior del ala izquierda, provocado por el desprendimiento de un trozo de la espuma aislante del tanque de combustible externo.

Este impacto hizo que se desprendieran algunas losetas de la protección térmica de la nave en la parte del tren de aterrizaje, por lo que al entrar en la atmósfera se recalentó causando daños en la estructura interna del ala izquierda que desestabilizó la nave y finalmente se desprendió.

Challenger

El 4 de abril de 1983, hizo su primer vuelo con la misión STS-6 durante la que se realizó la primera caminata espacial del programa de transbordadores. Su nombre proviene de HMS Challenger, una corbeta británica que llevó a cabo una expedición de investigación marina global en los años 1870.

A bordo del Challenger viajó la primera mujer estadounidense en salir al espacio, Sally Ride, en la misión STS-7 y fue el primero en llevar dos mujeres estadounidenses a bordo durante la STS 41-G.

Fue el primero transbordador en partir y aterrizar de noche, en la misión STS-8 y el primero en aterrizar en el Centro Espacial Kennedy, al término de la misión STS 41-B.

El 28 de enero de 1986 se desintegró 73 segundos después de despegar cuando iba a cumplir la misión STS 51-L, en la que por primera vez en la historia viaja una profesora, Christa McAuliffe.

La causa fue una serie de fallos en los anillos "O", unas juntas que sellan el cohete de propulsión que proyecta la nave, que produjo un escape de gas que perforó el depósito principal de la nave, por lo que acabó envuelto en llamas.

Esa noche, el entonces presidente Ronald Reagan (1981-1989) tenía previsto dar el discurso sobre el Estado de la Unión, que aplazó debido al luto nacional y en su lugar pronunció un emotivo mensaje, sobre todo dirigido a los niños que estaban viendo el lanzamiento, que causó un gran impacto en la sociedad.

Discovery

Su construcción comenzó el 27 de agosto de 1979 y cuatro años más tarde fue presentado en la planta de ensamblaje de Palmdale (California), antes de su primer viaje al espacio el 30 de agosto de 1984.


Fue el transbordador que retomó los vuelos tripulados tras la tragedia del Challenger con la misión STS-26 en septiembre de 1988. Voló al espacio más veces que cualquier otro transbordador, 38 misiones, y llevó más tripulantes que ninguno, 246, entre ellos la primera mujer que pilotó un transbordador Eileen Collins en la misión STS-63 en 1995.


En la misión STS-31 en 1990 transportó el Telescopio Espacial Hubble, cuyos instrumentos y cámaras de alta tecnología han permitido estudiar el universo como nunca antes.


En 1998 alcanzó otro récord, al llevar de nuevo al espacio a John Glenn, el primer estadounidense que orbitó la Tierra, a bordo del Friendship 7 en 1962, que a los 77 años, se convirtió en el astronauta de más edad.


Su nombre, Discovery, proviene del barco de exploración HMS Discovery, que acompañó al HMS Resolution de James Cook en su tercer y último viaje. Rodeó la Tierra 5.628 veces a una velocidad de 28.000 kilómetros por hora y recorrió más de 230 millones de kilómetros, equivalentes a 288 viajes de ida y vuelta a la Luna.


Estuvo en órbita 352 días, casi un año entero, y transportó a 246 astronautas y será exhibido a partir del 2012 en el Museo Nacional del Aire y el Espacio en Washington DC.

Endeavour

La construcción del Endeavour comenzó el 28 de septiembre de 1987 y salió de la planta de ensamblaje de Palmdale (California) en abril de 1991. Entró como sustituto del Challenger, que se destruyó en un fatal accidente en 1986, en el que murieron sus siete tripulantes.


Estudiantes de todo el país participaron por primera vez en la historia de la NASA para votar sobre el nombre del nuevo orbitador. Después de recibir más de 6.154 propuestas de 70.000 estudiantes, la NASA eligió Endeavour.


El Endeavour lleva el nombre del barco británico que comandó el explorador James Cook, quien durante su viaje por el Pacífico Sur en 1978 quedó fascinado con el paso de Venus entre la Tierra y el Sol.


El orbitador fue presentado el 7 de mayo de 1991 y debutó en 1992 con la misión STS-49 en la que rescató el satélite de comunicaciones "Intelsat-VI".


Realizó 193 millones de kilómetros. En sus 25 viajes completó 4.672 órbitas y transportó a 173 astronautas. Se acopló a la Estación Espacial Internacional en 11 ocasiones.

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