martes, 2 de agosto de 2016

Observatorio Astronómico invita a observar las “lágrimas de San Lorenzo”

La lluvia de meteoros llamada las perseidas de agosto de todos los años es conocida como ‘Lágrimas de San Lorenzo’, la cual podrá ser observada en cualquier punto de la ciudad de Tarija o de una mejor manera en el Observatorio Astronómico Nacional de Santa Ana.
Esta intensa lluvia de estrellas fugaces es generada por partículas dejadas por el cometa Swift-Tuttle que fue descubierto en 1862 que tiene una traslación de 135 años.
La última visita de este cometa al interior del Sistema Solar fue en 1992. La lluvia de estrellas fugaces es relacionada con San Lorenzo, por la proximidad de este evento con la festividad religiosa del santo que es el 10 de agosto.
“San Lorenzo está llorando”, dicen los creyentes católicos cuando por las noches del 10, 11, 12 y 13 de agosto van de romería al encuentro del santo.

¿Quién fue San Lorenzo?
Lorenzo vivió en el siglo III después de Cristo, fue el diácono responsable de salvaguardar los tesoros de la Iglesia en Roma. En agosto del año 258, el emperador romano Valeriano decapitó al papa Sixto II y en su angurria de riqueza ordenó al diácono Lorenzo que se presentara con el tesoro de la Iglesia para ser confiscado y que en caso de no hacerlo, este sería quemado vivo, Lorenzo le pidió aguardar unos días para juntar el tesoro cuantioso de la santa iglesia.
El 10 de agosto de ese año el diácono Lorenzo se presentó ante el soberano, seguido por una multitud de indigentes, ciegos, leprosos y huérfanos: “Este”…, dijo Lorenzo dirigiéndose al sorprendido Emperador, “…es el tan preciado tesoro de nuestra santa iglesia católica, que desde hoy tendrás que cuidar como lo hizo el Papa a quien mataste, tesoro que alimentamos y protegimos hasta hoy, ante tu maldad inmisericorde”.
Frente a tamaña osadía, furioso, el Emperador romano ordenó que Lorenzo fuese ejecutado y quemado vivo en el acto. Por la noche, mientras los creyentes y protegidos por la iglesia lloraban al hombre a quien se le atribuían milagros en vida, aparecieron “estrellas fugaces” en el cielo de Roma, época en que no se conocía el por qué se producía aquel fenómeno.
“Fray Lorenzo está llorando…”, exclamaba la muchedumbre, “y no por cobardía…” decían otros, ya que al sufrir hasta la muerte tamaña tortura no profirió un solo grito ni soltó lágrima alguna, aguantó estoico el sufrimiento, “llora…” decían, “por dejar sin protección, alimento y cobijo a tantos seres desamparados”.
Décadas después Fray Lorenzo fue canonizado y se convirtió en el santo venerado por los creyentes de muchas poblaciones del mundo católico.
Por lo tanto las noches de agosto son especiales, en particular las del 10, 11, 12 y 13, ya que cuando eleve la vista al cielo, puede que observe las lágrimas de San Lorenzo.

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