jueves, 30 de junio de 2016

Juno se acerca a Júpiter



La nave Juno de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), un aparato que funciona con energía solar y tiene el tamaño de una cancha de baloncesto, está ya muy cerca de cumplir su objetivo: sobrevolar Júpiter, adonde llegará el 4 de julio de este año.

La sonda espacial estadounidense se encuentra en camino al planeta más grande y, según científicos, uno de los más peligrosos y complejos del Sistema Solar.

El objetivo de la misión Juno es entrar en la órbita de Júpiter para estudiar su composición y comportamiento de polo a polo.

Juno fue lanzada el 5 de agosto de 2011. El 4 de julio de 2016, la sonda pasará a 4.667 km por encima de las nubes del mayor planeta del Sistema Solar y se convertirá en el primer artefacto humano que lo visita con tanta cercanía.

Una vez en las puertas, Juno disparará su motor principal durante 35 minutos, colocándose en una órbita polar alrededor del gigante gaseoso.

Durante los sobrevuelos, Juno, bautizada así por la celosa esposa del travieso Júpiter en la mitología romana, intentará echar un ojo más allá de la oscura cubierta de nubes de Júpiter y estudiar sus auroras para aprender más acerca de los orígenes, estructura, atmósfera y magnetósfera del planeta.

Será un encuentro planetario atrevido: el gigante Júpiter se encuentra en el más duro entorno de radiación conocido, y Juno ha sido especialmente diseñada para navegar con seguridad en ese nuevo territorio, asegura la NASA.

37 encuentros cercanos

Una serie de 37 encuentros cercanos previstos durante la misión, que van a eclipsar el récord anterior logrado en 1974 por la nave espacial Pioneer 11 de la NASA, que pasó a 43.000 kilómetros de Júpiter. Pero acercarse tanto al planeta tiene un precio, y la órbita de Juno la llevará a ser tragada por el tumultuoso remolino de nubes naranjas, blancas, rojas y marrones que cubren al gigante gaseoso.

Durante los sobrevuelos, Juno investigará más allá de la cubierta de nubes oscuras para estudiar sus auroras y aprender más acerca de los orígenes, estructura, atmósfera y magnetosfera del planeta.

¿Qué se sabe de Júpiter?

Gracias a exploraciones anteriores, principalmente la de la misión Galileo, que lo estudió por 14 años, los expertos conocen que este planeta, a diferencia de la Tierra, está compuesto principalmente de gas (hidrógeno y helio), que da vueltas sobre sí mismo cada 10 horas, lo que genera un campo magnético de electrones.

“Nos vamos a meter en el planeta con los niveles de radiación más terroríficos del Sistema Solar”, señaló a diferentes medios la investigadora Heidi Beck, integrante del equipo a cargo de la misión.

La importancia de esta misión es que, de ser exitosa, permitiría responder a varias preguntas respecto a la formación tanto de la Tierra como del Propio Sistema Solar. En efecto, así lo señala Scott Brown, quien lidera la investigación: “Júpiter es clave, fue el primer planeta que se formó en el Sistema Solar, es el primer paso hacia nosotros”.

¿Núcleo sólido?

La principal interrogante en torno a este gigante y lejano planeta es si posee núcleo sólido, cuáles son sus niveles de oxígeno y agua, entre otras cosas.

Juno va a mejorar nuestra comprensión de los orígenes del Sistema Solar, al revelar el origen y evolución de Júpiter.

Buscará profundamente en la atmósfera de Júpiter para medir su composición, temperatura, movimiento de las nubes y otras propiedades. Además medirá con gran precisión los campos magnéticos y de gravedad de Júpiter, dejando al descubierto la estructura profunda del planeta.

Avances

El nombre de Juno proviene de la mitología griega y romana. El mítico dios Júpiter dibujó un velo de nubes alrededor de sí mismo para ocultar sus aventuras amorosas, y su esposa —la diosa Juno— era capaz de mirar a través de las nubes y revelar la verdadera naturaleza de Júpiter.

Eso es lo que hará la nave del mismo nombre cuando llegue al misterioso planeta. Cuando Juno, equipada con ocho instrumentos científicos, llegue a su destino, nos dirá, entre otras cosas, si Júpiter tiene o no un núcleo rocoso, cuáles son su tamaño y composición, y de dónde salen los muchos elementos volátiles (entre ellos vapor de agua) que hay en su atmósfera.

Dentro de los avances con que cuenta esta misión está el hecho de que la sonda se alimenta de energía solar, por lo que tiene autonomía para llegar hasta el destino previsto, haciendo innecesario el uso de energía nuclear, como en casos anteriores.

Tras 20 meses del encuentro planetario, en 2018, año en que se tiene previsto el fin de la misión, Juno se incendiará en la atmosfera de Júpiter para así evitar su impacto con uno de los satélites del planeta, denominado Europa, el cual contiene agua.



IMÁGENES

La captura de imágenes nítidas a través de la atmósfera cambiante de la Tierra es uno de los mayores desafíos que enfrentan los telescopios terrestres.

Los astrónomos utilizaron el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral (ESO) para captar nuevas y espectaculares imágenes en infrarrojo de Júpiter.

Las fotografías forman parte de una campaña para preparar mapas en alta resolución del planeta gigante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario