jueves, 14 de enero de 2016

Rosetta detecta regiones de agua helada sobre el cometa 67P

La sonda europea Rosetta detectó amplias regiones de agua helada en la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, en el que hasta ahora sólo se había encontrado el rastro de diminutos cristales de hielo, según un estudio que publica la revista Nature.

A partir de observaciones en luz infrarroja, científicos del Instituto Nacional de Astrofísica de Italia (INAF) observaron abundante hielo en dos barrancos de la región del cometa bautizada como Imhotep.

La misión Rosetta ya había detectado vapor de agua en 67P, y se sabe que el agua es uno de los mayores constituyentes del núcleo del cometa.

Sin embargo, como en otros cuerpos similares, 67P no presentaba hasta ahora regiones en las que el hielo quede expuesto en la superficie, sino que parecía cubierto de forma uniforme por un material oscuro, seco y refractario.

Gianrico Filacchione y su grupo descubrieron en cambio que en las paredes y la base de esos dos barrancos existe una capa de hielo externa.

Los investigadores creen que esa superficie está formada por pedazos de hielo de cerca de un milímetro de tamaño, mucho mayores que los cristales de alrededor de un micrómetro, resultado de la recondensación del vapor, observados hasta la fecha.

La presencia de ese hielo puede deberse a la exposición de una de las capas heladas que subyacen a la superficie seca del cometa, o bien a la fusión de cristales más pequeños.

La estratificación de 67P es el resultado de un proceso evolutivo por el cual se han ido acumulando capas alrededor del núcleo, y no necesariamente en la estructura que tuvo el cometa desde su formación, según los científicos.

La sonda de la Agencia Espacial Europea (ESA) orbita desde agosto de 2014 en torno al cuerpo celeste, al que llegó tras viajar durante 10 años.

El 12 de noviembre de 2014, el módulo Philae, lanzado junto a la sonda, fue el primer aparato humano que aterrizó sobre un cometa al tomar tierra en 67P.

La sonda Rosetta y el cometa viajan a una velocidad de 24,10 kilómetros por segundo y se encuentran a una distancia de más de 317 millones de kilómetros del Sol. Desde que despegó, Rosetta recorrió más de 7.557 millones de kilómetros.

La misión Rosetta acabará el próximo 30 de septiembre. En agosto, la sonda descenderá más hasta situarse a sólo 10 km de distancia de la superficie del cometa 67P y a finales de septiembre, aterrizará de forma controlada en su superficie.

FRACASAN ESFUERZOS POR RESUCITAR A PHILAE

El pasado domingo, científicos e ingenieros del Centro Aeroespacial Alemán (DLR) en Colonia intentaron volver a contactar con la nave, que llevaba unos seis meses sin enviar señal alguna, pero sólo escucharon un silencio helador. Era el último intento de reactivación que se hacía desde la Tierra y, por desgracia, ya no será posible repetirlo. El hogar de Philae, el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, se está alejando del Sol y en tan sólo un par de semanas se volverá demasiado frío para que el módulo pueda ponerse en marcha de nuevo. No hay solución. El viajero espacial ha callado para siempre.

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