domingo, 23 de agosto de 2015

UNA ESPERANZA PARA EL MUNDO El Curiosity celebra su aniversario en Marte

El equipo mostró un desgaste de sus ruedas pero eso no alarmó a los científicos.

Desde su llegada en agosto de 2012, Curiosity ha recorrido casi once kilómetros desde su lugar de aterrizaje a los pies del Monte de Sharp en el cráter Gale. El primer año lo pasó recorriendo a través de cauces antiguos y exploró Yellowknife Bay, el lugar donde se albergaba un antiguo lago. Ahí es donde Curiosity perforó y tomó muestras del fondo del lago para revelar la evidencia de agua dulce. También encontró moléculas orgánicas que contienen carbono en una forma utilizable para la vida. Así que si la vida alguna vez estuvo presente en Marte, un sitio como Yellowknife Bay podría albergarla.

Después Curiosity puso rumbo a otro de sus objetivos, el Monte Sharp. Fue entonces cuando los ingenieros notaron un desgaste excesivo en las ruedas del rover. Entonces los ingenieros tuvieron que trabajar para lograr entender las causas y la forma de evitarlo. Pero ahora estamos seguros de que las ruedas pueden llevarnos a donde tenemos que ir.

Ha sido todo un viaje por carretera. Curiosity ha perforado en la región de Kimberley, conducido a través de valles largos y captado fotos de la geología en carretera antes de llegar a la roca madre en la base del Monte Sharp.

Pasamos varios meses estudiando estas rocas en Pahrump Hills. El equipo científico ha estado fascinado por todos los signos de agua antigua en el Monte Sharp. Es probable que el cráter Gale acogió una vez muchos ríos y lagos, llevando el sedimento al fondo del cráter, que ahora forma la capa inferior del Monte Sharp.

Ahora que estamos subiendo por las faldas de la montaña, la conducción es un reto. El equipo se basa en imágenes de la sonda espacial Mars Reconnaissance Orbiter, MRO, para encontrar caminos seguros para alcanzar objetivos geológicos interesantes.

Llegar a la ubicación actual del rover en Marias Pass requirió una fuerte subida hasta una colina de seis metros. A medida que subimos la colina, el espectrómetro láser ChemCam de Curiosity notó inusualmente altas cantidades de sílice en las rocas cercanas. ¿Qué podría significar eso? ¿Fueron las condiciones ambientales buenas o peligrosas para la vida? ¿Podría la sílice haber conservado moléculas orgánicas en las rocas para poder estudiarlas hoy? Tenemos la esperanza de averiguarlo. Cada día que operan con Curiosity, un equipo de enlace descendente estudia la información enviada por el rover y se asegura de que está sano y listo para proceder con las siguientes actividades.

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