domingo, 1 de marzo de 2015

Zaskia, ¿una boliviana en marte?

COLONIZACIÓN | UN PROYECTO QUIERE ENVIAR LA PRIMERA COLONIA DE HUMANOS A MARTE. ENTRE LOS SELECCIONADOS ESTÁ UNA BOLIVIANA, SIN EMBARGO, PARA MUCHOS, ESTE PROYECTO ES UNA ESTAFA.

Está convencida de que en algún momento de su vida llegará a Marte. Convencida si es que logra superar los retos que implicará el reality show que se piensa realizar para escoger quiénes viajarán al planeta rojo, a través del proyecto Mars One, en el que un grupo de humanos seleccionados entre más de 200.000 participantes, tendrán el extraño honor de ser los primeros colonizadores del espacio. Zaskia es la única latinoamericana de habla hispana (de la región sólo hay otra candidata, de Brasil) que quedó clasificada junto a otras 99 personas.

Zaskia Antelo, primero boliviana, luego cruceña y después estudiante de Relaciones Internacionales y Antropología hace tres años y medio en Inglaterra, llenó el formulario con el que se iba a elegir a los postulantes de una manera casi automática. Recuerda que fueron varias preguntas las que tuvo que contestar, entre ellas cómo era su sentido del humor a lo que ella le comenta OH!, que es sarcástico mayormente “pero también me gusta hacer bromas tontas”.

No puede ser de otra manera si se toma en cuenta que esta joven tiene apenas 20 años, y que aunque el proyecto en el que se ha enlistado es para ella de seriedad absoluta, su juventud disuelve lo rígido de la idea de irse de la Tierra para no volver jamás.

Pero, ¿es real este sueño que tienen Zaskia y otros 99 participantes como ella? ¿O es sólo una ilusión que nunca terminó (ni terminará) de aterrizar en suelo marciano?



MARS ONE

Mars One (en español Marte Uno) es un proyecto privado y televisivo llevado a cabo por el investigador holandés Bas Lansdorp para establecer una colonia humana permanente en Marte. El plan es mandar satélites de comunicación al planeta en 2018 y luego de varias etapas, finalmente lanzar en 2025 un primer equipo de humanos en Marte para que vivan permanentemente y enviar un nuevo equipo de cuatro astronautas cada dos años tras el envío inicial. El proyecto es alentado por el físico Gerard 't Hooft.

Mars One está intentando asegurar patrocinadores e inversores convirtiéndolo en un reality show y tener ciertos astronautas elegidos por el público. El voto del público, como en los shows del Gran Hermano, será el encargado de tomar la decisión final de quienes formarán parte de los seis grupos de cuatro que viajarán a Marte cada 26 meses, a partir de 2024.

Se espera que sólo poner los primeros cuatro astronautas en Marte cueste aproximadamente 6.000 millones de dólares por lo que Mars One asegura haber identificado proveedores potenciales, como SpaceX, para los componentes de la misión. Sin embargo, en el ámbito científico hay críticas que ponen serias dudas sobre la viabilidad del proyecto, y dicen que se trata sólo de un show de televisión.

Para Daniel Marín, astrofísico y divulgador científico, quien ha recibido el Premio Bitácoras 2012 al mejor blog en lengua hispana en la categoría de ciencia (Eureka) y el Premio Naukas 2013 al mejor blog de divulgación científica, el proyecto que pretendía humanizar a Marte, se ha disuelto en la atmósfera. La ambición de la empresa holandesa está sustentada por mucha ilusión pero poco efectivo.

“Mars One nunca ha contado con un presupuesto a la altura de la misión y carece de apoyos gubernamentales dignos de mención. Y eso sin entrar en los detalles técnicos de su plan para viajar a Marte, unos planes que pasan por el uso masivo de cohetes Falcon Heavy y naves Dragon de la compañía estadounidense SpaceX. Es decir, equipo suministrado por otra empresa con la que Mars One no ha entablado una relación seria (de hecho, a día de hoy Mars One sigue mostrando en sus vídeos promocionales la primeras versiones de la Dragon y el Falcon Heavy). Hablando en plata, Mars One nunca ha tenido una oportunidad real de ir al planeta rojo.”, dice Marín.

Gracias a la promoción de los medios y lo novedoso de la idea, con el tiempo Mars One sí logró atraer a numerosos inversores y se hizo con un nutrido y respetable grupo de asesores técnicos, aunque las posibilidades de ir a Marte seguían siendo científicamente nulas. “Al mismo tiempo, la empresa orientó sus objetivos hacia temas más mundanos y realistas, como por ejemplo la realización de programas de televisión en la Tierra. Es decir, una especie de Gran Hermano espacial con los candidatos para la misión como protagonistas, un objetivo que, dadas las relaciones de Mars One con Endemol -la productora del programa de televisión Gran Hermano- siempre fue considerado por los críticos como la verdadera meta del proyecto.”

Mars One firmó en 2013 contratos con las firmas aeroespaciales Lockheed-Martin y SSTL para desarrollar sondas especiales para Marte, pero la realidad mostraba que eso y otros proyectos no terminaban de asentar un objetivo serio, más aún si se calcula que estas misiones robóticas hubieran costado más de 400 millones de dólares, pero Mars One quería financiarlas en parte mediante una campaña de crowdfunding. Marín explica: “ [...]de acuerdo con los propios planes de Mars One, la misión costaría unos 425 millones de dólares (sin contar el lanzador, ojo), pero la campaña de crowdfunding solamente recogerá 400.000 dólares. O lo que es lo mismo, el 0,1% del presupuesto de la misión. ¿Y el resto del dinero? Si Mars One ya dispone de inversores importantes, ¿para qué iniciar una campaña de crowdfunding (la cooperación colectiva llevada a cabo por personas que realizan una red para conseguir dinero u otros recursos) donde solamente vas a recaudar el 0,1%? Y si no es así, ¿para qué molestarse en primer lugar? Según la empresa, este dinero se destinará a desarrollar estudios previos de viabilidad (traducido: a crear powerpoints) por parte de LM y SSTL, algo que ciertamente está muy bien, pero no nos lleva a ningún lado. Y, hablando de dinero, hay otro problema. ¿Cuánto sale poner un hombre en Marte? Pues, según su propia página, 6.000 millones de dólares. ¿En serio? ¿De verdad tenemos que creer que pueden poner a una persona en el planeta rojo por menos de lo que costarían tres rovers similares a Curiosity? La poca seriedad a la hora de calcular el presupuesto del proyecto no ayuda precisamente a reforzar la credibilidad de la empresa.”

Finalmente, entre tanta polémica, la empresa Mars One, aquella a la que Zaskia ha confiado sus sueños, ha decidido cancelar sus dos sondas espaciales, a pesar del éxito de la campaña de crowdfunding y después de organizar un concurso con el fin de seleccionar instrumentos para la sonda de superficie (el cual ganó un instrumento para cultivar semillas en el suelo marciano). “Esta cancelación ha pasado desapercibida para los medios al coincidir con el anuncio de los cien candidatos a astronauta, pero es un síntoma evidente de que a Mars One no le queda mucho recorrido. Sí, se hablará mucho de ellos en los medios y sin duda organizarán ese esperado Gran Hermano cósmico, pero poco más. Si esta empresa es incapaz de llevar a cabo algo tan ‘sencillo’ como mandar una sonda robótica a Marte, mejor no pensar en vuelos tripulados.”, dice el experto. “Cientos de miles de personas han apoyado y hasta participado en este proyecto creyendo realmente que iban a ir a Marte. Sin embargo, terminarán aterrizando en un simple programa de televisión, y eso con suerte. Como mínimo, eso se llama jugar con el dinero y las ilusiones de la gente. Es lógico que a más de uno la palabra ‘estafa’ le parezca una descripción bastante fiel de lo que ha sucedido con Mars One.”, concluye Marín.



LAS ILUSIONES DE ZASKIA

Pero, y ¿si fuera factible colonizar Marte? Aquellos que han postulado para hacerlo, un grupo de 50 hombres y 50 mujeres de diferentes edades, se lo han tomado muy en serio.

Un medio boliviano publicó recientemente que Zaskia quiere ser madre en Marte y volver en 30 años a la Tierra, pero una de las condiciones que se imponen en este viaje es que es sólo de ida. La joven le contó a OH!, que en realidad no le gustaría volver a la Tierra y que en cuanto a sus planes de maternidad, “No es que 'quiera', si se puede y pasa bueno, no me molesta, volver no me gustaría, me preguntaron si había posibilidad y les dije que en un futuro por supuesto que había una gran posibilidad, pero para ir no hay que tener ningún tipo de esperanza porque no sabemos lo que va a pasar. Es una posibilidad de que hasta aquello ya sea posible.”

Estudiante de Relaciones Internacionales y Antropología, ella dice que esta última carrera no ha influido en su decisión de querer ir a Marte, sino que más bien demuestra que ella ya quería aprender y explorar aún antes de iniciarse en este proyecto “siendo que antropología conlleva entendimiento de cosas y culturas nuevas, más la aventura de explorar diferentes ciudades o villas para formar los datos”, cuenta la joven, que no sabe nada de cómo conseguirá Mars One el dinero para llevarla a Marte pero que sí sabe que no recibirá ningún sueldo si es que llega al planeta rojo. “El dinero todavía no está conseguido, se supone que se obtendrá en estos años. No me pagarán nada estando allá,” explica a OH!

Zaskia, y sus colegas tuvieron que pasar varios test médicos que comprueban que no tienen ninguna enfermedad crónica, pero respecto a si hubo alguna evaluación psicológica Zaskia cuenta que no sabe nada. “No sé nada de como se hizo aquello, a mí solo me pidieron contestar muchas preguntas y (hacer) el video, ellos tuvieron personas que escogieron de aquello.”

Entre los temores de Zaskia en esta aventura está el que “la nave explote, o que todos muramos de una manera televisada; muchas personas sufrirían como mi familia y todos aquellos que confían y creen en que el proyecto se llevara a cabo. Sería un golpe fatal para aquellos que queden vivos además de que tendrán que lidiar con muchas acusaciones y gente que le gusta meterse donde no la llaman. El problema no es de los que mueren si no de los que quedan a sufrir las consecuencias”, reflexiona Zaskia. Un proyecto como éste obliga a la pregunta de si la joven le teme a la soledad, que la acompañaría durante toda su vida en caso de llegar a Marte, siendo que la primera tripulación sería de sólo cuatro personas que vivirían prácticamente separadas. “Me gusta estar sola. Es bueno tener siempre amigos y chatear online, pero me agrada mi propia compañía”.

De la Tierra Zaskia dice que extrañaría la “gente, cultura, tradiciones, poder viajar y aprender nuevas costumbres”, y aunque cree que existe vida fuera de la Tierra no está segura de que la haya en Marte. Lo que es seguro es que soñar, no le va costar nada.



Vida Marte

En 1837 los astrónomos alemanes Beer y Mädler publicaron el primer mapamundi de Marte, con datos obtenidos de sus observaciones telescópicas, al que seguirían los del británico Dawes a partir de 1852. El año 1877 presentó una oposición muy cercana a la Tierra, y fue un año clave para los estudios de Marte. El astrónomo estadounidense A. Hall descubrió los satélites Fobos y Deimos, mientras el astrónomo italiano Giovanni Schiaparelli se dedicó a cartografiar cuidadosamente Marte; en efecto, hoy en día, se usa la nomenclatura inventada por él para los nombres de las regiones marcianas (Syrtis Major, Mare Tyrrhenum, Solis Lacus, etc.). Schiaparelli también creyó observar unas líneas finas en Marte, a las cuales bautizó como canali. El problema fue que esta palabra se tradujo mal al inglés como "canals", palabra que implica algo artificial e implicaba que estos canales habían sido construidos por civilizaciones marcianas. Esta y una sabia y antigua civilización marciana había construido esos canales para drenar agua de los casquetes polares y enviarla hacia las sedientas ciudades; de hecho, los canales fueron una ilusión óptica. Hacia los años 1950, ya casi nadie creía en civilizaciones marcianas, pero muchos estaban convencidos de que, si había vida en Marte, sería en forma de musgos y líquenes primitivos, hecho que se puso en duda al ser Marte visitado por primera vez por una nave espacial, el Mariner 4, en 1965. Los primeros análisis de espectrometría de Marte se iniciaron en 1884, cuando el astrónomo estadounidense William Wallace Campbell demostró que no había agua ni oxígeno en la atmósfera de Marte. Las actuales teorías que predicen las condiciones en las que se puede encontrar vida, exigen la disponibilidad de agua en estado líquido. Es por ello tan importante su búsqueda, todavía no hallada en este planeta. Tan solo se ha podido encontrar agua en estado sólido (hielo) y se especula que bajo tierra pueden darse las condiciones ambientales para que el agua se mantenga en estado líquido. El agua líquida no puede existir sobre la superficie de Marte bajo las condiciones actuales de su atmósfera. (Heldmann et al., Jennifer L. (2005/05/07), «Formation of Martian gullies by the action of liquid water flowing under current Martian environmental conditions», Journal of Geophysical Research).

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