"La misión se ha desarrollado como estaba previsto. No podría haber sido mejor", anunció Jean-Jacques Dordain, el director general de la ESA.
"Es un éxito al 100%", declaró Giorgio Tumino, responsable del programa IXV de la ESA. Este avión especial "cumplió claramente con su misión y Europa dio un paso fundamental", según Tumino.
El prototipo de avión espacial europeo IXV fue lanzado el miércoles, a las 9:40 hora boliviana, desde la Guayana Francesa.
La misión comenzó con 40 minutos de retraso debido a un problema técnico menor en tierra.
Con habilidad nueva
Con este prototipo de aeronave, Europa quería comprobar su capacidad para entrar en la atmósfera, una tecnología clave que los estadounidenses y los rusos ya dominan.
Bautizado como IXV (por Intermediate eXperimental Vehicle), el avión espacial, sin alas y no tripulado, mide cinco metros de largo y pesa unas dos toneladas. Tal como estaba previsto, el IXV se separó del pequeño lanzador europeo Vega 18 minutos después del lanzamiento, subió a una altura de 420 kilómetros y luego empezó a descender.
Entró en la atmósfera a una velocidad de 7,5 km por segundo (27.000 kph). Su fuselaje aerodinámico le permitió planear antes del despliegue de un sistema de paracaídas y de su caída en un lugar preciso del océano Pacífico, al oeste de las islas Galápagos, lejos de zonas habitadas. Unos globos gigantescos lo mantuvieron a flote para que un barco fuera a buscarlo.
Dominar la técnica de la reentrada significa abrir un nuevo capítulo para la ESA. Es una habilidad indispensable para desarrollar lanzadores con etapas reutilizables, para traer a la Tierra muestras de otros planetas o para la vuelta a casa de los astronautas. Será igualmente importante para la futura investigación en observación de la Tierra y microgravedad, y en misiones de mantenimiento y retirada de satélites.
No hay comentarios:
Publicar un comentario