La italiana Samantha Cristoforetti, de la Agencia Espacial Europea (ESA), se convirtió ayer en la primer mujer italiana en ponerse en órbita. Llegó a la Estación Espacial Internacional (ISS) en la nave espacial rusa Soyuz TMA-15 acompañada de otros dos astronautas, Terry Virts, de la NASA, y Anton Shkaplerov, de la Agencia Espacial Federal Rusa (Roscosmos), para integrarse a su tripulación. El vuelo duró apenas ocho horas desde su lanzamiento en Baikonur, y el acoplamiento con la plataforma orbital se logró con éxito.
Cristoforetti, de 37 años, tiene una impresionante trayectoria. Es piloto de combate de las fuerzas armadas de su país y habla cinco idiomas. Fue elegida en 2009 junto a otros candidatos de entre casi 8.500 solicitudes para entrenarse como astronauta y se puso a prueba en vuelos de microgravedad para poder viajar al espacio. El equipo de la expedición 42 regresará a casa en unos días, destaca el diario italiano La Repubblica en un reportaje.
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