sábado, 29 de junio de 2013

El vuelo de la NASA está previsto para finales de 2014 Mechones de cabello de Clarke irán al espacio en misión solar

Algunos mechones del cabello del escritor de ciencia ficción Arthur Clarke, que los donó antes de morir en 2008, viajarán el año próximo a millones de kilómetros de la Tierra, en la primera misión a vela solar de la NASA.

El ADN de Clarke, autor de la célebre 2001: Odisea en el espacio (1968), viajará en la nave bautizada Sunjammer, por el título de un relato suyo de 1963 sobre una regata de veleros en el espacio.

El vuelo, previsto para fines del año próximo, es organizado por Celestis, una empresa que ofrece “viajes espaciales conmemorativos”, en los cuales los restos de un ser querido cremado son lanzados al espacio. Viajar con el autor de ciencia ficción en la Sunjammer costará más de 10.000 dólares.

Una gran vela solar

La vela solar, proyectada por científicos ingleses y estadounidenses inspirándose en una idea que se remonta incluso a Kepler en una carta a Galileo Galilei, tendrá una superficie de más de mil metros cuadrados y usará la presión de la luz y el viento solar para estudiar al Sol desde una distancia nunca alcanzada antes.

Actualmente las naves que observan al Sol están a alrededor de un millón y medio de kilómetros de la Tierra, mientras Sunjammer se moverá a tres millones de kilómetros hacia el centro del Sistema Solar.

Los sensibles instrumentos de a bordo proporcionarán a los científicos un preaviso de aquellas tormentas solares capaces de producir flujos de partículas peligrosos para los satélites y las redes eléctricas de la Tierra.

“Seguramente Clarke imaginó que volaría en el espacio y finalmente ese día llegó”, comentó Stephen Eisele, vicepresidente de Space Services, Inc., el holding del que depende Celestis. Charles Chafer, responsable general de la empresa, dijo haber conocido a Clarke en una conferencia de la ONU acerca del espacio en 1982.

“Adoro la ciencia ficción desde que leí 2001: Odisea en el espacio. El año 2000, cuando empezamos a trabajar en el proyecto de la vela solar, lo contacté (a Clarke) para pedirle que nos donara su ADN. Fuimos a Sri Lanka expresamente para eso”, agregó.

En un mensaje que acompaña el mechón, Clarke escribió: “He aquí mis cuatro pelos, hubiera querido dar más pero no me quedan muchos”. El escritor murió en 2008, a los 90 años, dejando detrás más de cien novelas.

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