lunes, 27 de mayo de 2013

Viaje a Marte, sin vuelta atrás

Marte ha fascinado desde tiempos inmemoriales. La conquista del espacio exterior fue uno de los grandes sueños de la humanidad en tiempos de la Guerra Fría, pero los días de las expediciones a la Luna, los sputniks y las frases que quedaron para historia parecían haber quedado atrás desde que la NASA empezó a sufrir los estragos de la crisis financiera.

No todo está perdido. O eso piensa la empresa holandesa Mars-One, que prepara el primer asentamiento humano en el planeta rojo. La empresa, creada por el investigador Bas Lansdorp, pretende vender los derechos de explotación de un “reality” para poder financiar el proyecto y así hacer que la utopía pueda convertirse en realidad o, mejor, telerrealidad.

A pesar de ser un proyecto que cuenta con la confianza del doctor Gerard’t Hooft, ganador del Premio Nobel de Física en 1999, científicos del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), de la Agencia Espacial Europea (ESA) y del Observatorio Astronómico de Almadén de la Plata (Sevilla) se muestran escépticos.

Marte, ¿habitable en 2022?

“El único motivo por el que no se ha hecho esta expedición antes es la falta de financiamiento”, explica la portavoz de Mars One, Aashima Dogra. Sin embargo, los científicos encuentran no pocos obstáculos para esta aventura.

Marte es el planeta de nuestro sistema solar con unas características más cercanas a las de la Tierra, pero aun así un astronauta sin el traje espacial “no duraría más de 20 segundos sin perder el conocimiento y moriría al cabo de un minuto”, según el director del Observatorio Astronómico de Almadén de la Plata, Miguel Gilate.

Un planeta con un entorno hostil para la especie humana: “la vida en Marte sólo se puede imaginar bajo la superficie (como en la Luna) y con excursiones limitadas en el tiempo”, asegura el director científico de la misión Mars Express, de la ESA, Agustín Chicarro,

Las temperaturas son mucho más bajas que las de la Tierra (-100 grados centígrados) y los astronautas que aceptarán la misión tendrían que soportar, además de una bajísima presión atmosférica, tormentas de viento de hasta 500 kilómetros por hora y radiaciones ultravioletas de una intensidad altísima. Por este motivo “no podemos imaginar a seres iguales a nosotros en otros planetas, ya que las condiciones serán diferentes”, aclara Gilate.

Sin embargo, “Mars-One está poniendo todo el conocimiento que se ha adquirido a lo largo de los años en una sola misión”, afirma la portavoz de la empresa, la cual confía en que -con la transformación de manera artificial de las condiciones del planeta-, los cuatro astronautas que sean seleccionados para el viaje puedan sobrevivir.

“Todos estos cambios no son ni posibles (por procesos de ‘terraformación’ -terraforming- que irían mucho más allá de la duración de vida de la especie humana) ni deseables (por el cambio medioambiental con consecuencias imprevisibles que supondrían estos trastornos en otro planeta)”, asegura el investigador Chicarro.

Un billete sin vuelta

Tras un peligroso viaje de seis a siete meses en dirección al planeta rojo, cuatro de los aspirantes aterrizarán muy lejos del planeta que los vio nacer y jamás podrán regresar.

Encontrar astronautas que no enloquezcan ante la idea de no poder volver es una tarea ardua y difícil y llevan a Chicarro a la conclusión de que “ir a Marte para no volver es algo poco pensado, una manera romántica de suicidarse”.

El motivo que da la empresa Mars-One es que “no existe la tecnología necesaria para traerlos de vuelta”. “Sí existe para poder hacerlo en una misión corta”, pero la empresa quiere crear la primera colonia humana más allá de la estratosfera.

El costo de la misión, unos 6.000 millones de dólares, y el financiamiento también han sorprendido a los científicos y desde la dirección del Centro de Astrobiología del INTA-CSIC Javier Gómez-Elvira recuerda que la NASA tenía pensadas misiones a Marte para 2017.

“En el año 2011 se presentó un proyecto de la NASA, el Space Launch System, en el que se proponía el desarrollo de un nuevo lanzador capaz de enviar una tripulación a Marte” con un presupuesto mucho mayor y que estaría listo para 2017. “Creo que ese proyecto no se ha puesto en marcha por su alto costo”.

Hay una compañía privada, Space X, que apoya a Mars-One. Dice que tendrá listo un lanzador para desarrollar el proyecto, pero lo cierto es que hoy por hoy es extremadamente costoso y “no parece que esté entre las prioridades de las naciones”.

Sea astronauta

Hace menos de un mes que la empresa abrió el proceso de selección para encontrar, previo pago de unos gastos de inscripción que van de cinco a 73 dólares (dependiendo del país de residencia), a los cuatro primeros astronautas.

Los aspirantes deben ser inteligentes, creativos, psicológicamente estables y con buena salud física. Además deben estar preparados para solucionar cualquier problema potencial, “algunos de los cuales son totalmente imprevisibles”, según la web de la empresa.

La capacidad de autorreflexión es la cualidad esencial para los candidatos, aunque también necesitan ser curiosos, tener “un espíritu indomable”, crecer ante las dificultades, mantener una actitud basada en el “puedo hacerlo”, ser capaces de adaptarse a todo tipo de situaciones y toda una larga lista de requisitos.

El proceso de selección, según explica la web, tendrá buena parte de telerrealidad, pues propone que dos de sus cuatro fases sean transmitidas por televisión o internet, a escala nacional o incluso mundial, hasta que queden seis grupos de cuatro personas que pasarán años entrenando.

Una vez llegado 2022, y con todos los aspirantes debidamente formados, la gran decisión se hará de manera “democrática”, en la que “los habitantes de la Tierra” podrán votar sobre qué grupo da el gran salto.

Los futuros aspirantes a astronautas no pierden el tiempo y en la web de Mars-One se agolpan las solicitudes -acompañadas de un video de presentación-, procedentes de todos los rincones del mundo. Entre ellos 13 mexicanos, 11 españoles, seis colombianos, cinco argentinos, cuatro chilenos, un costarricense, un ecuatoriano, un peruano o un guatemalteco, sobre los que los internautas ya están dando su opinión.

¿Realidad o ficción?, hará falta esperar diez años para descubrirlo. Aunque ninguno de los investigadores duda de que algún día el hombre pisará Marte: “La posibilidad de habitar en la Luna o en Marte no parece imposible. ¿Cuándo será factible?, eso es quizás lo que no es posible imaginar”, considera Chicarro.

Pero el afán explorador de los humanos no debe confundirnos. La Tierra “es el planeta más bonito y complejo que conocemos” -dice el científico- “y más nos valdría cuidarlo lo mejor posible” (EFE Reportajes).

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