domingo, 31 de marzo de 2013

Tras 36 años de travesía, la sonda Voyager llega al límite del sistema solar

Lanzada en septiembre de 1977, la sonda fue enviada inicialmente para estudiar los planetas más alejados del sol, pero luego siguió adelante. Los investigadores que estudian los datos dicen que la nave parece ahora estar en un ámbito del espacio más allá de la influencia de nuestra estrella. Pero la Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA), que gestiona la Voyager, dice que considera que la sonda aún está dentro del Sistema Solar.

La sonda está actualmente a más de 18.000 millones de kilómetros de la Tierra o, lo que es lo mismo, a 123 veces la distancia entre nuestro planeta y el sol.

Los detalles de su ubicación y la información que envía fueron publicados por la revista Geophysical Research Letters (GRL).

Tiene en cuenta los datos que la nave espacial ha estado reuniendo sobre los cambios en su medio ambiente los que, desde hace algún tiempo, han sugerido que estaría a punto de cruzar la frontera del Sistema Solar: la llamada heliopausa.

rayos cósmicos

Voyager ha detectado un aumento en el número de partículas de alta energía, o también rayos cósmicos, que vienen hacia la nave desde el espacio interestelar. Al mismo tiempo, la grabación muestra un descenso en la intensidad de las partículas energéticas que vienen “desde atrás”, esto es, desde nuestro sol.

El pasado 25 de agosto se produjo un gran cambio, lo que los autores del artículo de GRL llaman un “helioabismo”. “En pocos días, la intensidad heliosférica de la radiación atrapada disminuyó, y la intensidad de los rayos cósmicos subió como cabría esperar si se saliera de la heliosfera”, explicó el profesor Bill Webber de la Universidad Estatal de Nuevo México en Las Cruces.

La NASA financió el estudio, pero dijo que cualquier evaluación acerca de que la sonda Voyager podría estar en el espacio interestelar no refleja el punto de vista de todos los que trabajan en el proyecto. A muchos investigadores les gustaría estar durante un largo período de tiempo observando que todos los datos apuntan en una misma dirección antes de asegurar que es la salida definitiva. Para el profesor Webber, la sonda está fuera de la heliosfera normal.

El científico del proyecto Voyager en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, Ed Stone, dijo que querría ver una reorientación de los campos magnéticos alrededor de la misión antes de declarar que la nave se encuentra en el espacio interestelar. Éste sería un “marcador crítico”, y agregó que el cambio de dirección no se había observado todavía.

Voyager-1 fue lanzada el 5 de septiembre de 1977 y su nave hermana, Voyager-2, el 20 de agosto de 1977. El objetivo inicial de ambas naves era estudiar los planetas Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, una tarea que se completó en 1989. Se envió entonces a las naves hacia el espacio exterior, en la dirección general del centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea.

Sus fuentes de energía de plutonio dejarán de generar electricidad en unos 10 ó 15 años, momento en el que sus instrumentos y transmisores morirán. La Voyager-1 está en camino de acercarse a una estrella llamada AC +793888, pero está a dos años luz, por lo que se necesitarían decenas de miles de años antes de conseguirlo.

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