jueves, 24 de enero de 2013

El robot Opportunity cumple diez años de misión en Marte

Enviado originalmente con la idea de trabajar apenas tres meses y como parte del Programa de Exploración de Marte de la NASA, el explorador espacial Opportunity ingresa esta semana en su décimo año de operaciones en el planeta rojo.

La nave, denominada MER-B (Opportunity), descendió a 24 kilómetros de su blanco inicial el 25 de enero de 2004, tres semanas después que lo hiciera su gemelo MER-A (Spirit), que ya dejó de operar hace algunos años.

Pocos suelen recordar al Opportunity, que aún sigue trabajando, en particular porque la Curiosity -más moderna y ambiciosa y que trabaja en el planeta rojo desde hace cinco meses, a unos 5.000 kilómetros de distancia- le roba la atención de los medios.

Pero, como bien recuerda el subdirector de la misión, Ray Arvidson, de la Universidad de Washington, “imagínese, la Opportunity aún está funcionando”.

Según el reporte médico-mecánico de la Opportunity, el robot está algo viejito pero aún sigue activo. Por ejemplo, su brazo robot tiene una articulación artrítica y se debe trasladar hacia atrás a raíz de un problema en una rueda posterior que está atorada.

Energía solar

La Opportunity, que desde hace meses está estacionada sobre una colina de arcilla en el borde del cráter Endeavour, tiene seis ruedas y funciona accionada por energía solar, lo cual fue una gran revolución en su momento.

Este robot, que en los próximos meses y una vez que concluya con sus trabajos actuales, será enviado al sur -donde el terreno es más fácil para su traslado-, realizó uno de los mayores descubrimientos sobre el planeta rojo.

Entre otras cosas, descubrió indicios de la existencia de un medio ambiente antiguo que fue más cálido y húmero, totalmente opuesto al escenario desértico y frío actual. Su hermano gemelo Spirit dejó de funcionar en el 2010, atrapado para siempre en las arenas de Marte.

El robot Opportunity, en cambio, lleva 3.167 soles y continúa activo. Su llegada a Marte no fue fácil. La nave rebotó 26 veces contra la superficie de terreno marciano antes de caer en un pequeño cráter de unos 20 metros de diámetro.

La NASA anunció en enero de 2004 que el nombre del sitio de aterrizaje sería llamado desde entonces Challenger, en honor a los siete astronautas que murieron en 1986, cuando el aparato en que viajaban estalló poco después de su lanzamiento.

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