martes, 18 de diciembre de 2012

Observatorio Astronómico afirma que el 21 sólo será el día más largo del año

En esta fecha el Sol se situa más al sur y el único fenómeno que será visible a medio día será que los objetos verticales casi no proyectarán sombra. El Observatorio Astronómico Nacional asegura que habrá una alineación aparente de los planetas, pero esto no causará ningún efecto negativo en la Tierra.

El verano comienza el jueves 21 de diciembre de 2012 a las 07 horas 01 minutos en el hemisferio sur y el invierno en el hemisferio norte y como consecuencia, en la mitad austral (sur) del planeta se experimentará el día más largo del año y en la mitad boreal (norte), el más corto.

El cambio de estación tendrá lugar al producirse el fenómeno denominado solsticio de diciembre, momento en que la luz del Sol cae verticalmente sobre el trópico de Capricornio. (23 grados 27 minutos sur) que es la latitud extrema que recibe perpendicularmente los rayos solares, lo que da origen al nombre de solsticio (del latín solstitium que significa Sol quieto). Esta aparente detención en el que el Sol se sitúa más al sur y anuncia el inicio del verano en nuestro hemisferio denominado solsticio de verano, explicó el técnico del Laboratorio Astronómico Nacional, Pável Balderas.

Manifestó que visto desde la Tierra, el Sol se mueve aparentemente durante el año hacia el norte y hacia el sur y los solsticios son los dos puntos de la esfera celeste en la que el Sol alcanza su máxima declinación norte (23,26 grados) y su máxima declinación sur (23,26 grados) con respecto al Ecuador celeste.

En ambos casos, se ve al Sol aparecer y desaparecer cada vez más al norte, o cada vez más al sur, hasta que "se detiene" y da la vuelta en sentido contrario.

En el hemisferio sur, la consecuencia más palpable del comienzo del verano será que al mediodía, en las zonas próximas al trópico de Capricornio (latitud sur 23 grados) los objetos verticales casi no proyectarán sombra.

“No es muy fácil comprender estos movimientos. Lo más importante es prestar atención a los pequeños cambios que todos los días del año se van dando en el cielo. Esto será sin duda la mejor manera de comprender cómo evolucionan las estaciones y cómo vivimos en esta parte del planeta”, dijo.

Al mismo tiempo señaló que este fenómeno se ha producido hace 3.500 millones de años desde que la tierra se formó, pero que lamentablemente en este último tiempo se ha venido especulando esta fecha como un día fatídico por coincidir con las profecías mayas y el fin del calendario de la cuenta larga de esta cultura.

Indicó que los equinoccios y solsticios tienen que verse simplemente como lo que son, un evento más en el continuo viajar de nuestro planeta alrededor del Sol, dándonos la pauta de las estaciones.

“Pienso que este tipo de cosas son profecías solamente para vender películas, libros y revistas, porque el solsticio se produce todos los años”, dijo.

El astrónomo boliviano Balderas señaló que en todo el mundo, la profecía de “moda” que quita el sueño a más de uno, es la de los mayas. Libros, películas, documentales y conferencias sobre el tema ponen en apuros a los más escépticos. En torno a este tema dio herramientas para desmitificar el fin del mundo e indicó que las personas deben tener pensamiento crítico, conocimientos básicos de historia y astronomía, además de tolerancia.

MITOS Y REALIDADES

DEL FIN DEL MUNDO

El mito señala que los mayas fueron una civilización de semidioses que tenían la capacidad de profetizar los acontecimientos del futuro estudiando el cielo.

En tanto en la realidad, los mayas son una más de las civilizaciones de la historia de la humanidad que crearon su propia escritura, realizaron complejos cálculos matemáticos y astronómicos. Tenían una elaborada organización social, su propia religión, construyeron templos y su cultura imperó hace casi mil quinientos años. Sucumbieron por la sobreexplotación de su entorno y ante una colosal sequía. No fueron semidioses, sólo fueron seres humanos.

Por otro lado, los mayas profetizaron una alineación de todos los planetas del Sistema Solar, donde termina su calendario, cuya fecha coincide con el 21 de diciembre de 2012 de nuestro calendario, alineación que marcará el fin de una era.

En la realidad, los mayas se dieron cuenta que parte de su entorno era el cielo y al no poder explicar que eran esos puntos luminosos (estrellas) o esas esferas de fuego (el Sol y la Luna) optaron por hacerlos sus dioses. De acuerdo a su inclinación marcaban ciertos cambios en el medio ambiente lo que hoy llamamos esta otra cultura antigua, sabía de la existencia de planetas, sólo hacían pronósticos y calendarios astronómicos.

Los mayas también decían que la alineación de planetas para el 21 de diciembre de 2012 hará que los mismos al encontrarse en conjunción con la Tierra sumen sus fuerzas de gravedad y que el planeta colapse.

Según el astrónomo, la anterior es la más errada e imaginaria afirmación. Un astrónomo aficionado o cualquier persona con un mínimo conocimiento de Astronomía Básica entiende que si bien las alineaciones de planetas se dan debemos entender que estos no están relacionados entre sí, ya que vistos desde la Tierra presentan una alineación aparente.

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