Los científicos que lideran el proyecto Square Kilometre Array (SKA por sus siglas en inglés) rechazaron la sugerencia de que la decisión, que implicará costos mayores, indica que la ciencia fue desplazada para dar prioridad a procesos políticos.
"Todos nosotros estamos conscientes de las dimensiones políticas de esto", dijo Jon Womersley, presidente de la junta de directores de la organización SKA, pero agregó: "Es un avance motivado científicamente".
Ya existe infraestructura establecida en Sudáfrica y Australia, incluyendo plataformas para radiotelescopios que fueron construidas como precursoras de la nueva instalación. Ahora estos equipos serán incorporados al megaproyecto.
El consorcio estima que la decisión de dividir el plan aumentará en un 10 por ciento el presupuesto de 440.000 millones de dólares para la primera fase de construcción.
Cuando esté terminado en el 2024, el SKA estará compuesto por 3.000 antenas principales, cada una de 15 metros de ancho, las cuales conformarán una zona receptora de un 1 kilómetro cuadrado.
Al escanear el cielo 10.000 veces más rápido y 50 veces con mayor sensibilidad que cualquier otro telescopio, será usado para estudiar los orígenes del universo y podrá detectar débiles señales que podrían sugerir la presencia de vida extraterrestre.
La primera fase de construcción empezará en el 2016 y se espera que esté terminada para el 2023.
Fuente: Reuters
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