miércoles, 8 de febrero de 2012

Año del Dragón: unión familiar, diversión, con efectos ambientales

Beijing enero. De acuerdo al calendario chino, el Año del Dragón a llegado; este es uno de los años más esperados para todos los chinos, debido a su majestuosidad y al mismo tiempo por ser el animal con la mayor historia escrita del mundo.

Las calles, los mercados, las plazas, toda China se engalana con las llamadas “coplas rojas de primavera”, es por ello que varios días antes de la víspera del Año Nuevo Chino, las personas que viven lejos de sus familias comienzan a prepararse para retornar a casa, compartir una ostentosa cena y esperar juntos la medianoche para darle la bienvenida al Nuevo Año. Esta tradición termina con el gran protagonista de la noche: una luminosa ronda de fuegos artificiales y petardos, festejo que se mantendrá vivo al menos por una semana.

Es así que el festival del Año Nuevo chino no es solamente, costumbre, unión familiar y diversión a gusto, al mismo tiempo afecta de una forma sustancial a la contaminación del mundo, provocando que el ciudadano común deba convivir, con otros niveles de contaminación que atentan a su salud y al medio ambiente. Las autoridades de la capital china ponen en alerta esta amenaza, y buscan resignar la práctica de la tradición, lo que no está ocurriendo con los responsables de niveles aún más preocupantes de daño al medio ambiente, como es la emisión masiva de gases tóxicos a la atmósfera y la evacuación de basura química a los ríos.

Todo parece indicar que el Año Lunar (23 de enero) comenzará con escasa visibilidad y mucha contaminación, de acuerdo a los datos publicado por el centro de protección medioambiental de Beijing, la nube de polución que cubrió la ciudad la semana pasada será eliminada por corrientes de aire frío, por lo que la situación podría mejorar, sin embargo no se pronostican absolutos “días azules”, la cual podría perjudicar las fiestas por el comienzo del Año del Dragón.

En efecto, no importa cuáles sean los cambios a través del tiempo, la noción de reunirse con la familia siempre se encuentra en el centro de las celebraciones y tradiciones, sin embargo no dejemos de lado la conciencia ambiental, esta debe pesar en la humanidad para cuidar la casa de todos “el planeta Tierra”. Por Mariela Yuvinka Peña.

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