martes, 11 de octubre de 2011

Desierto de Atacama El telescopio ALMA, una ventana al cosmos

El observatorio astronómico terrestre más complejo del mundo, el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), ha abierto oficialmente sus puertas a los astrónomos. La primera imagen revelada por este telescopio, que aún se encuentra en construcción, ofrece una vista del universo imposible de obtener con los telescopios que observan luz visible e infrarroja. Miles de científicos de todo el mundo han competido para estar entre los primeros investigadores que podrán explorar algunos de los más oscuros, fríos y ocultos secretos del cosmos con esta nueva herramienta astronómica, han informado hoy sus responsables.

Entre los objetivos del nuevo observatorio está la formación de planetas extrasolares en los discos de polvo y gas alrededor de las estrellas.

La red de radiotelescopios ALMA es fruto de la colaboración entre Europa, Norteamérica y Japón, ha comenzado sus operaciones científicas, tras la instalación de 16 de las 66 gigantescas antenas de las que consta el proyecto. Cuando esté en marcha totalmente, un nueva nueva ventana, que capta ondas, permitirá asomarse más lejos y viajar más atrás en el tiempo del universo. Sus patrocinadores han dado el “pistoletazo de salida” a una instalación que se quiere que esté terminada para el año 2013, si todos cumplen sus compromisos. Por parte europea, la financiación parte del Observatorio Austral Europeo (ESO), que tiene que instalar 25 de las antenas.

ALMA es el resultado de la fusión de tres proyectos astronómicos: el Millimeter Array (MMA) de los Estados Unidos, el Large Southern Array (LSA) de Europa, y el Large Millimeter Array (LMA) de Japón. Su conjunto principal ocupará una gran área de 5.650 metros cuadrados en la que habrá 54 antenas de 12 metros de diámetro y otras 12 de siete metros. Su función: captar y concentrar las ondas de radio submilimétricas que llegan desde el cosmos y que han emitido los astros desde su origen.

Todas las antenas estarán conectadas por 15 kilómetros de fibra óptica, a través de la cual los datos llegarán a los astrónomos.

FORMACIÓN DE PLANETAS

Cuando las 66 antenas estén en marcha y funcionen como un único telescopio, será el observatorio terrestre más grande que se haya construido, y no sólo ayudará a acercar a la Tierra momentos de la formación de los planetas y las estrellas que ocurrieron hace miles de millones de años, sino podría captar el momento del origen del universo, la gran explosión o Big Bang.

Una de las últimas en llegar hasta el llamado Llano de Chajnator, a 5.000 metros de altitud, ha sido una antena de siete metros de diámetro europea, el pasado mes de julio, cuya estructura de hierro, como la de las otras 25 que tendrá que aportar el ESO, ha sido fabricada en España.

Jordi Cepa, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) es uno de los investigadores españoles que ya ha solicitado tiempo de observación en ALMA.



Su propuesta es para observar galaxias muy lejanas y medir su contenido en gas molecular, del que se forman las estrellas, y comprobar si son diferentes de las que están más próximas a la Tierra. Hasta ahora, es muy complicado conseguir datos muy fiables de ese gas.

INSTALACIÓN ÚNICA

"Cuando esté en pleno rendimiento, será una instalación única, tanto por su enorme capacidad, como por su resolución, que será mejor que en los telescopios ópticos, y su sensibilidad, dado que a esa altitud la atmósfera es muy transparente", asegura el investigador.

De momento, los proyectos científicos que se pongan en marcha desde este fin de semana servirán para probar el observatorio en unas condiciones reales de trabajo.

Se estima que los astrónomos de todo el mundo ya han pedido 10 veces más tiempo de observación del que habría disponible, lo que aventura una tremenda criba científica.

"Ahora aún hay otros observatorios con una capacidad similar, pero cuando estén las 66 antenas no habrá otro equivalente", afirma Cepa.

ORÍGENES CÓSMICOS

ALMA es un telescopio de vanguardia para estudiar la luz de algunos de los objetos más fríos en el universo.

Esta luz tiene una longitud de onda de alrededor de un milímetro -entre luz infrarroja y ondas de radio- lo que la hace conocida como radiación milimétrica y submilimétrica.

En estas longitudes de onda, la luz es emitida por vastas nubes frías en el espacio interestelar -a temperaturas sólo unas décimas de grado por encima del cero absoluto- y desde las galaxias más antiguas y distantes en el universo.

Los astrónomos pueden usar dicha luz para estudiar las condiciones químicas y físicas en las nubes moleculares: áreas densas de gas y polvo donde están naciendo las nuevas estrellas.

A menudo estas regiones del universo son oscuras y ocultas a la luz visible, pero brillan intensamente en la parte milimétrica y submilimétrica del espectro.

EL MÁS PODEROSO

ALMA es el telescopio más poderoso para observar el Universo frío: el gas molecular y el polvo, así como también la radiación residual del Big Bang.

Este telescopio estudiará los componentes básicos de las estrellas, los sistemas planetarios, galaxias y la vida misma.

Proveerá a los científicos con imágenes detalladas de estrellas y planetas naciendo en nubes de gas cerca de nuestro Sistema Solar, y detectará galaxias lejanas que están formándose en los confines del universo observable, las que vemos tal como eran aproximadamente diez mil millones de años atrás.

De esta forma, ALMA permitirá a los astrónomos abordar algunas de las profundas interrogantes sobre nuestros orígenes cósmicos.

Una ventana al universo

En total hay 20 antenas instaladas en Chajnantor, 16 de las cuales ya están en operación. Para el 2012 debieran estar instaladas 32 antenas más y 18 más para 2013.

ALMA tendrá al menos 66 antenas que podrán disponerse sobre unas 200 plataformas separadas por distancias de hasta 18,5 kilómetros y operar como si fueran un único telescopio gigante que permitirá a los astrónomos responder preguntas sobre nuestros orígenes cósmicos.

Se observará el cosmos usando la luz con ondas milimétricas y submilimétricas, entre la luz infrarroja y las ondas de radio del espectro electromagnético.

Cuando las 66 antenas estén funcio- nando como un único telescopio, ALMA será el observatorio terrestre más grande que se haya construido.

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