lunes, 15 de agosto de 2011

Rusia construye una nave para enviar turistas al espacio a partir de 2014

La corporación espacial rusa Energuia, fabricante de las Soyuz, anunció hoy que está construyendo una nueva nave tripulada para enviar turistas alrededor de la Luna a partir de 2014.

"La construcción se encuentra en su fase inicial", aseguró Vitali Lopotá, presidente e ingeniero jefe de Energuia, a la agencia Interfax.

Lopotá insistió en que las nuevas Soyuz estarán especialmente equipadas para "la realización de programas comerciales con participantes no profesionales".

Energuia negocia ya el presupuesto del proyecto, el número de turistas que viajarán en cada vuelo y el precio que tendrán que pagar para tomar parte en la odisea espacial.

En caso de que la Soyuz con los turistas a bordo se limitara a rodear la Luna y retornar a la Tierra, el vuelo se prolongaría durante 8 o 9 días; mientras que si el periplo incluye una visita a la Estación Espacial Internacional, duraría hasta tres semanas.

A principios de año la compañía Space Adventures (SA), organizadora de los vuelos espaciales turísticos, anunció la venta de uno de los billetes en la nueva Soyuz a un personaje famoso por 150 millones de dólares.

La EEI abrió sus puertas a siete turistas espaciales: el estadounidense Denis Tito (2001) fue el primero en viajar a la plataforma, seguido por el sudafricano Mark Shuttleworth, apodado el "afronauta" (2002) y el norteamericano Gregory Olsen (2005).

La estadounidense de origen iraní Anousha Ansari fue la primera mujer turista en viajar a la estación (2006), seguida del estadounidense de origen húngaro Charles Simonyi (2007) y de Richard Garriott, hijo del ex astronauta estadounidense Owen Garriott (2008).

Simonyi fue el único turista en repetir experiencia en marzo de 2009, mientras que el fundador del "Cirque du Soleil", el canadiense Guy Laliberté, fue el último neófito en alojarse en la EEI, desde donde dirigió un espectáculo celebrado en los cinco continentes para alertar al mundo sobre el problema de la escasez del agua.

Rusia recurrió al turismo espacial a principios de la pasada década debido a la grave crisis de financiación que afectó a su programa especial tras la caída de la Unión Soviética, la primera potencia en enviar un hombre al espacio exterior en abril de 1961.

En 2009 Rusia decidió suspender las visitas debido a la falta de espacio, ya que ahora la tripulación de la EEI se ha duplicado hasta seis tripulantes, y a la decisión de EEUU de suspender los vuelos de sus transbordadores.

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