jueves, 31 de marzo de 2011

Científicos van a la caza de los secretos del universo

Los secretos del “lado oscuro” del universo se esconden bajo 1.400 metros de roca, en el corazón del Gran Sasso, el macizo de la cordillera de los Apeninos, situado en la sierra de los montes Abruzos, en la frontera entre la provincia de Teramo y L’Aquila, sur de Italia.

Se trata de la materia y de la energía oscuras que constituyen el 95% del universo.

El “cazador” de estos misterios, es el experimento Icarus (Imaging Cosmic and Rare Underground Signals), ideado en 1977 por el Nobel Carlo Rubbia e inaugurado en los Laboratorios del Instituto Nacional de Física Nuclear (INFN) del Gran Sasso.

Su objetivo es capturar los neutrinos: estas partículas inaprensibles, tan abundantes que en cada segundo unos 80.000 millones de ellas atraviesan una uña sin dejar rastros.

Para interceptarlas se emplearon 600 toneladas de argón líquido en dos contenedores de unos 20 metros de altura, con tres metros de ancho, cuyas paredes fueron atravesadas por 52.000 hilos de acero delgados como un cabello.

Éstos permiten reconocer las partículas producidas cuando un neutrino interacciona con un núcleo de argón. Los neutrinos que apuntan al detector son producidos artificialmente en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) de Ginebra, desde donde en dos milésimas de segundo atraviesan 730 kilómetros de corteza terrestre hasta alcanzar los Laboratorios del Gran Sasso en el experimento CNGS (Cern Neutrino to Gran Sasso).

Los neutrinos que llegan al revelador son decenas de miles de millones, pero sólo diez o 20 cada día logran interaccionar con un núcleo de argón, produciendo otras partículas capaces de decir cualquier cosa sobre su identidad.

Las expectativas sobre los resultados son grandísimas: “estamos llegando a la conclusión de que la materia de la que estamos hechos es una pequeña parte de una materia mucho más grande, de la cual conocemos apenas el 5%, es decir, aquella visible, y que para el 95% está toda por descubrir”, dijo Rubbia.

La caza de este componente misterioso del universo continuará también después de que, en 2012, el experimento Icarus se cierre. Al respecto, Sasso es optimista. “Icarus está basado en una tecnología nueva que se está imponiendo a nivel mundial y que será la tecnología de referencia para la investigación sobre la materia oscura en los próximos diez años”, indicó.

La materia
# Neutrinos Dentro de dos años todo el aparato experimental de Icarus podría moverse a Ginebra para estudiar otra familia de neutrinos, los considerados neutrinos estelares, que podrían ser la masa faltante del universo, según los expertos.


# Proyecto El objetivo del trabajo es capturar los neutrinos: estas partículas inaprensibles, tan abundantes que en cada segundo unos 80.000 millones de ellas atraviesan una uña sin dejar rastros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario